Las supuestas relaciones sexuales de Donald Trump con dos mujeres han desembocado en un problema legal grave. Su exabogado personal, Michael Cohen, se presentó este martes ante las oficinas del FBI en Nueva York. Cohen admite que poco antes de las elecciones de 2016 pagó a una actriz de cine porno, cuyo nombre artístico es Stormy Daniels, y a la exmodelo de Playboy Karen McDougal por callar sobre relaciones con el magnate y que lo hizo “bajo la dirección del candidato”.














    Los dos casos, aunque de naturaleza tan distinta, convergen en esa macroinvestigación en torno al Kremlin y el círculo del presidente de EEUU. Las pesquisas sobre Cohen comenzaron el pasado mes de abril, cuando el FBI se presentó en las oficinas del abogado y se hizo con documentos y comunicaciones entre el letrado y varios de sus clientes. El principal de ellos era Trump.

    Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, y Karen McDougal afirman haber tenido relaciones sexuales con Donald Trump entre 2006 y 2007 y ambas han recibido dinero (de 130.000 dólares y 150.000 dólares, respectivamente) por callarlo. Ambas operaciones tuvieron lugar en los meses previos a las elecciones, con lo que buscaban proteger la imagen del candidato y, por tanto pueden considerarse contribuciones ilegales a la campaña del republicano.