Los directivos mundiales son más pesimistas que nunca; un 53% cree que la economía irá a peor. Su visión negativa para la economía en 2020 alcanza niveles récord. Así lo recoge la 23° Encuesta Anual Global de CEOs de PwC presentada en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza.

Más de la mitad, el 53% de los CEO's entrevistados por PwC antes del Foro, esperan que el crecimiento global continúe frenándose este año. Se trata del tono más pesimista desde que la consultora empezó a hacer esta pregunta, en 2012. Este porcentaje ha aumentado desde el 29% del año pasado y del 5% que se registraba en 2018.

En cuanto a los ingresos empresariales, un 27% sí confía en que la evolución de ingresos de sus compañías sea positiva. Es el dato más bajo desde 2009.

Bob Moritz, presidente mundial de PwC, en un vídeo en su página oficial explica algunas de las causas de este pesimismo generalizado. Entre ellas, los conflictos comerciales, el cambio climático o las amenazas cibernéticas. Algo que para Moritz, aunque es preocupante tampoco sorprende.

Y los directivos españoles tampoco escapan de estos nubarrones: el 78% cree que la economía irá a peor.

Estos son los principales motivos de preocupación para los directivos españoles y los CEO's a nivel mundial:

XXIII Encuesta Mundial de CEOs de PwC
XXIII Encuesta Mundial de CEOs de PwC

Previsiones más bajas que las del FMI

El informe recoge también la correlación entre la confianza de los ejecutivos en la marcha de sus ingresos desde 2008 y el aumento real del PIB. Para este año, según esos cálculos, el crecimiento mundial podría caer hasta el 2,4%.

El FMI, a pesar de que ha moderado sus previsiones, espera que la economía global crezca un 3,3% este año. La encuesta fue elaborada por la consultora entre los meses de septiembre y octubre de 2019 a partir de entrevistas con 1.581 máximos directivos de todo el mundo.

Si tenemos en cuenta el Barómetro Edelman de confianza presentado ayer, que recogía una desconfianza creciente de los ciudadanos en el sistema capitalista actual y en sus respectivos gobiernos, la escena global queda marcada por el pesimismo.