Comprar bajo los efectos del alcohol tiene sus consecuencias. Entre ellas, que gastamos más de la cuenta en caprichos innecesarios. Y en una época en la que comprar a golpe de clic del móvil está a la orden del día, plataformas como Amazon se llenan los bolsillos a costa de quienes no han calculado demasiado bien cuántas cervezas o copas de vino llevan acumuladas.

Estas compras bajo los efectos del alcohol suponen 45.000 millones de dólares al año, según el “Censo de compras borrachas”, que ha publicado The Hustle tomando como referencia 2.000 adultos estadounidenses que consumen alcohol de forma habitual.

Casi el 80% de estos consumidores ha realizado alguna compra estando borracho. Cada uno gasta de media 444 dólares al año. Sobre todo, se dejan el dinero en ropa y zapatos. Y quien saca tajada de estas compras espontáneas es sobre todo Amazon, el rey del e-commerce por excelencia. Aunque algunos compradores optan por otras plataformas piensan más en sus mascotas cuando van borrachos que en sí mismos: por ejemplo, hay quienes optan por comprar calcetines de ganchillo para sus gatos en Etsy.

¿Cómo son estos compradores?

En general, las mujeres son más propensas a gastar estando borrachas que los hombres. Pero esto no es tan raro si tenemos en cuenta que, en general, las mujeres suelen comprar más que los hombres, sobre todo online.

Quizás porque se trata de compras online, los compradores suelen ser en su mayoría millennials. Superan a los baby boomers en un 13%.

Parece que algunos profesionales tienden a comprar borrachos más que otros. Encabezan la lista los consumidores que se dedican a los deportes, quizás se debe al tradicional vínculo entre los deportes y la cerveza. Otros perfiles que también se dedican a gastar después de unas cuantas copas son los que se dedican a recursos humanos y al marketing, trabajos muy sociales, pero ojo: también los profesionales del transporte y la energía, que preocupa más, ya que son sectores conocidos por largas horas de trabajo, a menudo solitarias.

Lo curioso es que profesiones que tradicionalmente se han ligado más al consumo del alcohol, como las relacionadas con las artes: escritores, pintores… son mucho menos propensos a comprar borrachos. La explicación a esto podría ser muy sencilla: que estos trabajos, por lo general, cuentan con ingresos más bajos. Aunque también puede ser que se trate de perfiles más anti-consumo.

¿Qué beben estos consumidores cuando compran?

Más de la mitad beben cerveza y vino, están muy empatados: un 34% cerveza y un 29% vino. Les siguen el whisky, el vodka, la ginebra, el tequila y el ron, aunque estos últimos ya de forma más residual.

Estos compradores consumen de media 10 bebidas por semana, el doble que quienes no compran bajo la influencia del alcohol. Aunque según el Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo de EEUU, estas cifras entran dentro del consumo de bajo riesgo.