El gigante asiático planea recortar el exceso de trabajadores en los sectores del carbón y el acero. El Gobierno chino, según ha informado el ministro de Recursos Humanos y Seguridad Social, ha anunciado un plan de despidos que afectará a un total de 1,8 millones de trabajadores.

Bruselas ya alertó la pasada semana de los problemas a los que se enfrentaba Pekín en estos sectores. En un informe de la Cámara de Comercio de la Unión Europea apuntaban a un exceso de capacidad anterior a la crisis financiera internacional de 2008.

La Cámara alerta de “una expansión de la capacidad industrial desconectada de la demanda real del mercado internacional”. En este sentido, Bruselas señala que China produce más del doble que la suma de sus cuatro principales competidores (Japón, India, Estados Unidos y Rusia).

Un rápido crecimiento en la producción espoleado por “las medidas de estímulo de Pekín”, sumado a la caída demanda en las exportaciones ha provocado un grave problema en la economía del gigante asiático.

Este informe de Bruselas acompaña a una investigación de la Comisión Europea sobre tres productos siderúrgicos importados desde China para tratar de averiguar si se introdujeron en el mercado común mediante “dumping”, venta por debajo del precio del mercado.

Varias empresas europeas en el mercado chino han culpado al “exceso de capacidad” las tensiones comerciales entre Pekín y Bruselas.

Tras estas advertencias, el Ejecutivo chino han anunciado un paquete de medidas para “reubicar” a los trabajadores que perderán su empleo, aunque no ha especificado cuáles serán.

China creó en 2015 un total de 13,12 millones de empleos, una cifra muy superior a los diez millones fijada por Pekín. Además la tasa de desempleo urbano se mantuvo en el 4,05%, según datos ofrecidos por el ministro, Yin Weimin.