El presidente de la Asociación de Bancos de Alemania, Hans-Walter Peters, dice que desde el sector exigen que se ponga remedio a la penalización que suponen las tasas de interés negativas para los bancos, y ha recordado que los bancos de la Eurozona tienen que dedicar más de 7.500 millones de euros a cubrir el impacto de los tipos negativos de la facilidad de depósito del BCE en el exceso de liquidez acumulado.

Según Peters ni el Banco de Inglaterra ni la Reserva Federal de EEUU han aplicado tasas negativas a las entidades como parte de su respuesta a la crisis. Por eso considera que esta "tasa punitiva" del BCE puede tener un efecto adverso sobre los préstamos al socavar la rentabilidad de la banca.

El pasado 27 de marzo, el BCE adelantó lo que podría ser un cambio de postura. Mario Draghi, abrió la puerta a que la institución adopte medidas que contribuyan a mitigar los potenciales esos efectos negativos que tienen para los bancos los tipos de interés negativos.

El BCE fijó una rentabilidad negativa para su facilidad de depósito en junio de 2014, que fue agravando hasta el -0,40%, que es lo que aplica actualmente a la liquidez 'aparcada' que tiene cada banco en la eurozona.

En este sentido, Peters ha dicho que si el BCE no sube los tipos, debería aplicar un modelo como en Japón o Suiza. Los tipos de interés en esos dos países también son negativos, pero los bancos están exentos de pagar a los bancos centrales por aparcar efectivo hasta un cierto volumen.

Peters lanza esta petición a dos días de la reunión de este miércoles del BCE. No obstante no se esperan anuncios relevantes por parte de la entidad, entre otras cosas porque algunos miembros de la junta directiva estarán a Washington para asistir a las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional. Aun así, el banquero alemán dice que quieren seguirle recordando a Draghi su responsabilidad.

El exceso de liquidez de la banca europea supera los 1,9 billones de euros. A ello hay que incluir más de 600.000 millones acumulados en la facilidad de depósito, lo que representa un coste anual para los bancos de la zona euro de más de 7.500 millones de euros. De esa cantidad, un 40% corresponde a los bancos alemanes.

Mientras, el BCE ha presentado los resultados del “Proceso de Revisión y Evaluación de Supervisión”. Aunque los bancos lo están haciendo bien, no todo es positivo.

Según el informe, una sola entidad entre las supervisadas por el banco central registró un nivel de capitalización CET1 por debajo de las exigencias, en línea con el resultado de 2017, mientras que otras cuatro superaron ligeramente este requisito. En el año 2016, el BCE identificó a cinco grandes bancos con una capitalización inferior al mínimo recomendado para repartir dividendos.

Pero por otra parte, el BCE destacó que los resultados globales del PRES 2018 mostraron un empeoramiento de la gobernanza y la gestión del riesgo de las entidades de crédito, mientras que la gestión de los riesgos de liquidez y de financiación apenas ha variado.