Índices en positivo en la jornada del jueves en Asia, donde Japón continúa tirando de sus exportaciones y China espera convertirse en el modelo económico a seguir. Algo que se desprende de los objetivos de la cumbre del próximo finde semana. En lo empresarial, Samsung vuelve a ser protagonista.

En cuanto a los datos macroeconómicos, Japón ha publicado la balanza comercial del mes de marzo, con un nuevo superávit de 25.450 millones de dólares. Con este son ya 33 meses logrando supéravit comercial, y además se mantiene el ritmo de exportaciones con Estados Unidos. Algo muy positivo porque al gobierno nipón le preocupa especialmente que el programa “America First”, del presidente Donald Trump, termine por suponer un coste elevado a la hora de exportar por parte de las empresas japonesas. No olvidemos que Estados Unidos es el primer socio comercial de Japón.

En China también preocupa el programa “America First”, pero van dando pasos en un intento de compensar las posibles turbulencias. Este fin de semana, concretamente los días 14 y 15 de mayo, celebran en Pekín una reunión a la que asisten representantes de más de 100 países, y más de 28 jefes de estado. La cumbre tiene por objetivo explicar el nuevo proyecto del Cinturón Económico de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda Marítma del silgo XXI. Un proyecto para el que China ha asignado 40.000 millones de dólares, y tiene preparados otros 100.000 millones que llegarían desde el Banco Asíatico de Inversión e Infraestructura (AIIB por sus siglas en inglés). Según el ejecutivo chino, las peticiones de invitación para el congreso del fin de semana no cesan. Algo creíble si tenemos en cuenta que el proyecto es atractivo por el volumen de inversión pero se desconocen los detalles: cómo se va a invertir y en qué.

Esta misma mañana han celebrado en Pekín el Consejo Político, en el que se ha decidido rebajar la inversión y la producción en hierro y carbón de las empresas estatales chinas, por lo que se buscará nuevos empleos para aquellos trabajadores que, por esa disminución en la producción, no sean necesarios en sus puestos actuales. Aseguran desde el gobierno que no quedarán desempleados.

Respecto a China, esta madrugada se quejaba el Consejo de Estabilidad Financiera porque en su publicación sobre la banca en paralelo, conocida como “shadow banking”, no ha podido incluir los datos oficiales del gigante asiático porque no se los han facilitado. En todo caso, según el propio Consejo de Estabilidad Financiera (FSB por sus siglas en inglés), la banca en paralelo movió este año 7.700 millones de dólares en China. No es el país donde mayor “shadow banking” se produce, pero es uno de los que tiene el crecimiento más rápido, solo por detrás de Argentina.

Por el lado empresarial, Samsung ha rediseñado su división en China para promocionar sus teléfonos, tratando de igualar al líder del sector, que sigue siendo Apple.