El reparto del mercado, es una conducta que nuestra legislación castiga y que la CNMC vigila con la colaboración ciudadana, ya que tanto por medio del programa de clemencia como del correspondiente buzón recibe información, incluidas denuncias anónimas que le lleva a investigar y descubrir este tipo de situaciones.

Es lo que ha ocurrido en el caso que acaba de salir a la luz. Según este organismo, se ha impedido que terceros pudieran acceder al mercado o que realmente se expandieran de forma que Prosegur y Loomis se mantuvieron en una situación relativamente cómoda, ofreciendo sus servicios, sin especiales presiones comerciales de potenciales competidores, durante 7 años.

Para ello lo habitual es que sus directivos pacten precios y compartan información comercial sensible.

El procedimiento de actuación de la inspección consiste en recabar testimonios de empleados. Estudia el mapa de los servicios prestados a clientes estratégicos y pone atención a una parte del mercado donde es muy fácil recabar datos: La contratación pública (cómo son los lotes adjudicados en estos casos, etc.)

El exceso de la subcontratación, cuando pudiera no estar justificada, también contribuye a dibujar la conducta infractora que es el acuerdo previo y que va dirigida a permitir que el competidor siga en su posición en el mercado.

En este caso la CNMC parte de que existe un duopolio entre Prosegur y Loomis en España y las conductas descritas acaban con la competencia real en el mercado del transporte y manipulación de fondos en España.

Finalmente, la CNMC impone a las empresas una multa de 46.44 millones de euros y sus directivos han sido también sancionados con la suma de 52.000 euros.

Por: Arcadio García Montoro