Estamos ante una interesante iniciativa en el mundo de la justicia, que tiene como objetivo que se nos entienda a los juristas, abogados, jueces, procuradores, notarios, etc., que no es poco.

Es fácil que seamos el colectivo que produce más escritos, solo sentencias calculan que se dictan más de millón y medio al año pero seguramente si preguntamos a nuestros oyentes no estamos a la cabeza en materia de comunicación y esto claro está, tratándose de la Justicia no es lo mejor.

Pues bien, ayer asistimos a la presentación del "Libro de estilo de la Justicia", que es resultado de la colaboración entre el CGPJ y la RAE, y que pretende que mejore el nivel de comprensión de nuestros trabajos.

Va en la línea del "Diccionario del Español Jurídico" del que disponemos ya un par de años y donde pueden consultar las dudas que tengan sobre nuestro particular lenguaje.

La idea es hacer un esfuerzo por mejorar el lenguaje, que desde las leyes hasta las conversaciones que tengamos con quienes no pertenezcan a este colectivo, puedan asimilar con facilidad lo que queremos decir.

Como recuerda el libro, ya Alfonso X decía que todo lo que saliere de la ley que lo entiendan luego todos los que lo oyeren y esto traducido ya sabe, frases cortas, lenguaje sencillo, de uso común, etc. A ver si hacemos realidad el que se denomina derecho a comprender, porque a veces la verdad es que el lenguaje utilizado resulta incluso intimidatorio.

Por mi parte prometo contribuir y, aunque hablo todas las mañanas de causas y fallos, que la cosa quede en hechos y sentencias para que todo el mundo nos entienda.

Por: Arcadio García Montoro