Hoy plantea un nuevo ERE en su plantilla y el cierre de 395 oficinas. Estos cierres equivalen al 27% de las 1.500 oficinas que suman en total Unicaja y Liberbank. El recorte de trabajadores afectaría a un 15% de la plantilla combinados entre ambas entidades, 1.513 personas se quedarían en situación de desempleo.

Esta medida se toma con el objetivo de ahorrar alrededor de 192 millones brutos anuales a partir de 2023. Unos 40 millones de los ahorros hasta 2023, que se alcanzarán plenamente a partir de 2022, procederán del plan de Liberbank para jubilar a 700 empleados.

Unicaja aun no ha dado detalles sobre las condiciones económicas de las salidas de los trabajadores, pero asegura que se que se negociará con los sindicatos en las próximas semanas.

Mayores sinergias

El consejero delegado de Unicaja, Manuel Menéndez, dijo la semana pasada en un evento financiero celebrado en Madrid que la valoración de la fusión entre Unicaja y Liberbank era "muy positiva" y que se cumplían todas las sinergias previstas en los momentos iniciales.

El banco Unicaja absorbió Liberbank a finales del pasado mes de julio. Esta fusión dio como resultado, la quinta mayor entidad bancaria española, con activos cercanos a los 113.000 millones de euros y más de 4,5 millones de clientes.

El año de las fusiones y los despidos

El ERE de Unicaja se une a los más de 15.000 despidos que han tenido lugar en la banca española desde finales del año pasado.

Caixabank, a principios de agosto, cerró un ERE para 6.452 empleados. El banco Sabadell hizo tambien ajuste de personal y presentó un ERE de casi 2.000 personas. Santander por su parte, ya ha dado salida este año a 3.600 empleados.

Sucesivas operaciones de concentración, baja rentabilidad del negocio por unos tipos de interés históricamente bajos y el inminente avance de la digitalización dejan unos meses catastróficos para la banca española.