Ignacio Álvarez-Ossorio profesor de la Universidad de Alicante

La ofensiva militar anunciada por Turquía contra las milicias kurdas y la decisión de Donald Trump de retirar sus tropas del norte de Siria, aumenta la posibilidad de que haya una “catástrofe humanitaria” y que miles de personas deban abandonar sus hogares.

Según Ignacio Álvarez-Ossorio, profesor de Estudios Árabes de la Universidad de Alicante, esta operación por parte de Turquía, lleva a un “recrudecimiento en la zona”. Además, podría derivar en un “vuelco demográfico y una limpieza étnica”.

Uno de los objetivos de la ofensiva turca es crear una zona de seguridad de unos 30 kilómetros a lo ancho de la frontera para evitar que quede en poder de las milicias kurdas. Sin embargo, para el experto, hay un “objetivo encubierto”: desplazar progresivamente a los dos millones de refugiados sirios que se encuentran en Turquía hacia las zonas de control kurdo.

Actualmente los kurdos controlan el 25% del territorio sirio y esas zonas podrían convertirse en zonas de mayoría árabe tras la ofensiva del presidente Recep Tayyip Erdogan.

En este sentido, la UE teme que se produzca nueva crisis de refugiados que migren hacia el continente en medio de una coyuntura “muy delicada” para la zona. “Es jugar con fuego en una zona muy delicada y en un país que ya sufre siete años de guerra”, comenta Álvarez-Ossorio.

Rusia, por otro lado, se ha mantenido en silencio respecto a la ofensiva de Erdogan. De acuerdo con el profesor, al país presidido por Putin “le conviene que los kurdos reciban una lección para demostrar que las alianzas con EEUU no son tan fuertes como las de Rusia con Bashar Al Asad”.

Los kurdos aspiran a conservar la autonomía que han conseguido en estos últimos años y buscan crear un estado federal, algo que el régimen de Bashar Al Asad no acepta.

Decisión de Trump dificulta la situación

En este panorama, genera confusión la posición de Estados Unidos que ha defendido a las milicias kurdas durante todos estos años de conflicto. Según el profesor, esta es una decisión tomada unilateralmente por Trump, sin consultar antes al Pentágono ni al Congreso. “No es Estados Unidos quien ha abandonado a los kurdos, sino que fue Trump”, comenta.

Al momento hay incertidumbre por la magnitud que tendrá la ofensiva de Erdogan. Si se trata de simplemente apartar a las milicias kurdas de la zona fronteriza o si Turquía “aprovecha esta coyuntura para hacer una limpieza étnica”.