Aunque soy un convencido de que el metaverso va a cambiar inexorablemente las relaciones sociales, aun me queda por digerir algunos esnobismos que ponen en peligro algo tan disruptivo como es esta nueva forma de ver la vida, a través de las gafas virtuales.

Leí hace unos días, que se había celebrado una boda en el metaverso. Los novios tuvieron algunos problemas, porque si bien la pareja parecía haber imaginado una boda del futuro, se encontraron con algunos problemas técnicos del presente…

El avatar del novio se quedó compuesto y solo en el pasillo, como si fuera el protagonista de “Novia a la fuga”. Esta, por cierto, aparecía vestida con sudadera con capucha, o con vestido de ceremonia, o simplemente no aparecía, dando la razón a los seguidores del novio, escenificando el argumento de la mencionada película. Todo esto pasaba en función del servidor en el que se hubieran ubicado los seguidores/invitados. A veces, los avatares traicionan el subconsciente de los humanos.

Meses atrás, una pareja de la India celebró su boda en el blockchain de Ethereum con votos matrimoniales NFT contando con sacerdote digital, pero en lugar del “si quiero” de toda la vida, firmaron un smart contract.

Ahora lo que queda es resolver los divorcios, porque blockchain es como Santa Rita.....

Está claro que las excentricidades se irán sucediendo con un buen número de matrimonios registrados en blockchain, que evitarán pasar por el Registro Civil, pues la propia tecnología empleada (blockchain) se convierte en notario digital. Pero... ¿cómo hacemos con los meta-padrinos, los meta-invitados y el meta-banquete? Pues lo mismo. Todos protagonistas en el metaverso.

Ahora lo que queda es resolver los divorcios, porque blockchain es como Santa Rita y lo que ha pasado por la cadena de bloques, no se quita, así que lo de “hasta que la muerte os separe”, nada de nada…

No se lo tomen a broma, porque el metaverso encierra una ruptura con lo real, pero no deja de utilizar la estructura social a la que tan acostumbrados estamos. Yo, por si acaso, a mi avatar le voy quitar unos cuantos años, antes de que me lo impida blockchain.