Volvo, el fabricante de coches sueco, ha elevado un 21% las ventas en el primer semestre del año. Este crecimiento se debe a un mayor volumen de ganancias en Europa y sobre todo en China.

El grupo automovilístico, que está manos de la china Geely desde 2010, ha conseguido colarse en la categoría de coches de alta gama plantando cara a pesos pesados del sector como BMW y Mercedes-Benz. Con esto ha formado un nuevo nicho en el mercado Premium con una serie de nuevos modelos.

Volvo, uno de los gigantes empresariales en Suecia por ingresos, ha obtenido en los primeros seis meses 6.800 millones de coronas suecas frente a las 5.600 millones de coronas que ingresó el año pasado durante el mismo periodo de tiempo. El director ejecutivo de Volvo, Hakan Samuelsson, ha expresado el deseo de la compañía de mantener el buen ritmo de crecimiento durante el resto del año y ha asegurado que registrarán “otro año de récord en ventas”.

El fabricante sueco se ha mostrado como una gran fuerza automovilística tanto en Europa como en China, pero no en Estados Unidos donde las ventas han caído el 7%. Volvo está construyendo una planta de fabricación en Estados Unidos para aumentar la oferta.

En los próximos años, el grupo sueco pretende alcanzar ventas de hasta 800.000 coches. Hace un año vendió 277.641 vehículos en la primera mitad, lo que supuso un incremento del 8,2% gracias a las ventas en China y Europa.