Facebook es la red social más popular para manipular información, porque es la que más usuarios y más alcance tiene. Además, el uso de memes, vídeos y fotos en las redes está extendiendo la desinformación online e impulsando la manipulación en los medios sociales como Instagram y Youtube. Son algunas de las conclusiones del Instituto de Internet de la Universidad de Oxford, que investiga la propaganda y la desinformación en la red.

El informe de este año se centra en el contenido visual que más compartimos. Y analizándolo, la Universidad de Oxford asegura que la plataforma de vídeo YouTube y la red social Instagram están siendo objeto de forma cada vez más frecuente de mensajes falsos o engañosos. Ahora, aseguran los autores del informe, hay menos webs de texto de las que se comparten artículos y el fenómeno se está trasladando al vídeo como contenido de consumo más rápido. Una de las responsables de la investigación, Samantha Bradshaw, asegura a la agencia Reuters que “los memes y los vídeos tienen un fácil consumo en un entorno de menor atención”. “Las imágenes suelen ser más poderosas que las palabras y tienen mayor potencial para hacerse virales”, añade.

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El informe destaca cómo la nueva tendencia para captar a los usuarios mediante contenido visual hace más difícil a los responsables de las redes sociales identificar y eliminar la actividad manipulada.

El Instituto de Internet de la Universidad de Oxford identifica ahora manipulación en los medios sociales en 70 países, frente a los 28 de 2017. De hecho, llama la atención ante el hecho de que la propaganda “computacional” se ha convertido en algo normal del ámbito digital público. Unas técnicas, dice el informe, que “continuarán evolucionando con las nuevas tecnología que irán redefiniendo la sociedad y la política”.

Países y censura

En muchos regímenes autoritarios, este tipo de propaganda digital, revela el informe, se ha convertido en una herramienta de control de información que se ha usado estratégicamente en combinación con la vigilancia, la censura y las amenazas de violencia.

Redes sociales como Facebook o Twitter han comenzado a tomar medidas contra la ciber-manipulación y la influencia que se ejerce desde varios países. En concreto: India, Irán, Pakistán, Rusia, Arabia Saudí, Venezuela y China. En el caso de China, dice el Instituto, raramente usa las redes sociales para manipular la opinión pública en otros países. La propaganda se centra sobre todo en las plataformas domésticas, como Weibo, WeChat y QQ.

En cualquier caso, el informe cita cómo este año 2019 el gobierno chino comenzó a usar las redes sociales para dibujar a los portavoces de las protestas en Hong Kong como radicales violentos. El país está evolucionando y su uso de las redes es cada vez más sofisticado. Algo que China está aprovechando para incrementar la influencia y el poder geopolítico.