Es una evidencia que la digitalización ha llegado a industrias de todo tipo. El campo no podía ser una excepción a esta transformación digital, pero antes deberíamos analizar el estado de la actual brecha digital entre zonas rurales y urbanas, en cuanto a cobertura y conectividad, tanto a la red de telefonía como a Internet, para que la digitalización y el tratamiento de datos no caiga en barbecho y nunca mejor dicho...

La España rural, o la España desconectada, es decir, los miles de pueblos que hay en nuestro país, que están aún muy lejos de haber encontrado conectividad telematica, no deben de quedar excluidos de esta importante transformación de la agricultura. Se puede entender como razón principal que las empresas privadas de telecomunicaciones no han encontrado posibilidades de rentabilizar su negocio en determinadas zonas que tienen ya de por sí muy graves problemas de despoblamiento y envejecimiento de sus habitantes, pero una sociedad moderna como la española no debe de cruzarse de brazos ante este tipo de situaciones.

El campo no podía ser una excepción a esta transformación digital

La Asociación Europea por la Innovación (EIP) para la productividad y la sostenibilidad del sector agrícola, cuyo fin básico es acelerar la innovación y la transferencia de conocimiento en los sectores agrario y agroalimentario para dar respuesta a las necesidades reales de productores e industrias, a través de soluciones innovadoras, es un marco perfecto para inscribir a nuestro país en la modernización del campo. Un informe publicado por McKinsey-COTEC subraya que la mayoría de los sectores digitalizados mejoran su productividad más rápido que los menos digitalizados y subraya que el sector agrario en España tiene un potencial técnico de automatización del 57%.

La agricultura de precisión, con crecimiento exponencial en la incorporación de herramientas digitales, sitúa a España a un paso de convertirse en un hub altamente significativo para este sector, situándonos entre los países más importantes dentro de la UE. El campo se está modernizando y los jóvenes ya cursan másteres de agricultura de precisión, lo cual garantiza el relevo hacia un modelo digitalizado. La trazabilidad de los productos, su garantía dentro de la cadena alimentaria solo podrá conseguirse mediante la digitalización del campo. No hay tiempo que perder.