La región Suiza de Montreux, recibirá hasta el 2 de junio a las personalidades más importantes del mundo, ya que este año, la reunión del Club Bilderberg, que empieza el 30 de mayo se celebra allí.

Esta reunión anual que surgió en 1954 en Bilderberg (Holanda) para combatir a Rusia y el comunismo, se enfrenta este año a debatir nuevos temas como: el futuro de Europa, China, Rusia, el capitalismo, el cambio climático, la ética de la inteligencia artificial, la amenaza cibernética y uno de los temas que ha dado mucho dolor de cabeza, el Brexit, sobre todo después de la dimisión de Theresa May.

En esta 67 edición en la que ya han confirmado su asistencia 130 personas de distintos países, y que reúne a líderes políticos, expertos en el ámbito de la industria, las finanzas, el mundo académico y los medios de comunicación, contará con la presencia de cuatro invitados españoles: el presidente del Partido Popular, Pablo Casado; la portavoz parlamentaria de Ciudadanos, Inés Arrimadas; la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín y el presidente del consejo de Prisa, Javier Monzón.

Además de estas cuatro personalidades españolas, también participarán otros líderes mundiales como el presidente de Microsoft, Satya Nadella; el primer ministro italiano, Mateo Renzi, el ministro de financias galo, Bruno Le Maire o el máximo responsable de Ryanair, Michael O'Leary.

Esta reunión caracterizada por el misterio de sus interventores se rige por la Regla de Chatham House, es decir, que quienes asisten a esta reunión pueden utilizar lo que se debate en ella, pero no pueden desvelar quién es el autor de cada opinión.

Pero, ¿por qué una reunión en la que se debaten anualmente temas de interés mundial y a la que solo se puede asistir por invitación tiene tanto secretismo?

Una reunión que aparentemente puede parecer transparente al estar invitados algunos medios de comunicación, no se acerca ni un poco a la realidad. Todo lo que se habla en el club, se queda en el club. Todas las fuertes medidas de seguridad y el deber de silenciar a sus componentes da pie a muchas teorías conspiratorias. Una de ellas es que los grandes patentados del mundo que vieron peligran sus privilegios tras la descolonización no los quieren perder. Que los amos europeos y norteamericanos que dominan el mundo se reúnan una vez al año, y que nada de lo que se habla salga a la luz, pone en duda el motivo real de esta reunión. Desde la decisión de fijar el precio del petróleo o de decidir dónde va a estallar la próxima guerra hasta la autoría de la proclamación del Rey Juan Carlos I como rey de España o cuánto vale el precio de la moneda, son los rumores que hacen dudar del verdadero fin de este Club, que tiene de lema debatir y buscar soluciones sobre los temas mundiales, lo que no se sabe es a beneficio de quien quieren encontrar una solución.

A esta reunión de secretismo y debate sobre temas mundiales, ya han asistido personalidades políticas españolas como el líder del PSOE, Pedro Sánchez, o el líder de Ciudadanos de Albert Rivera o personalidades inrernacionales como el exsecretario de Estado norteamericano Henry A. Kissinger; la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde o el redactor jefe de The Economist, John Micklethwait.