El diésel tiene los días contados. Así lo dijo la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en 2018. Unas palabras que cayeron como jarro de agua fría sobre el sector de la automoción. Desde entonces, la matriculación de vehículos en nuestro país cae en picado.

¿Merece la pena comprar un coche diésel o esa lamentaré esa decisión en unos pocos años? Es la pregunta que se plantean muchos compradores. Los españoles no se atreven a comprar coches nuevos en medio de la confusión y estiran la vida de sus coches viejos, más contaminantes, cosa que tampoco gusta al Gobierno.

Los retos del nuevo Gobierno

El nuevo Ejecutivo tiene muchos retos por delante. Uno de ellos pasa por cumplir con la reducción de emisiones de CO2 de la Unión Europea sin ponerle grandes trabas a un sector fundamental para la economía española. Supone el 10% del PIB y casi el 20% de nuestras exportaciones. Genera 300.000 empleos directos y 2 millones de puestos de trabajo están ligados a él.

Aunque el automóvil recela de Ribera, aplaude la continuidad de Reyes Maroto en Industria, porque conoce bien sus necesidades. A ello hay que sumar otros dos guiños del gobierno al sector: uno, que refuerza la cartera para la Transición Ecológica con una vicepresidencia; otro, que incluye la movilidad entre las competencias del nuevo Ministerio de Transporte.

Alemania y China flaquean

Por si estos retos fueran pocos, el automóvil atraviesa la mayor transformación de su historia. España debe aprovechar esta oportunidad para reforzar su posición como segundo mayor fabricante europeo de coches. Sobre todo en un momento en el que otros países flaquean.

Uno de ellos, el mayor fabricante de coches europeo: Alemania. El cambio al coche eléctrico pone en riesgo más de 400.000 empleos.

Alemania ha acelerado los planes de lanzamiento de coches eléctricos bajo la presión de la UE para reducir las emisiones de CO2. Sin embargo, esto tiene un gran contra: y es que los motores de los coches eléctricos están hechos de menos piezas y necesitan menos mantenimiento que los motores de combustión. Si la producción de coches se automatiza todavía más, no hace falta tanta mano de obra.

Luego está China, el mayor mercado automovilístico del mundo. Prevé que las ventas de coches caigan un 2% en 2020. La cifra es mejor que la caída del 8% el año pasado, pero preocupa que todavía no levante cabeza, puesto que en diciembre se anotó 18 meses consecutivos de caídas.

La nota de humor: Coches que hablan

La nota positiva en el motor la pone Elon Musk. Los coches Tesla podrán hablar con los peatones. Así lo ha dicho en Twitter el CEO de la compañía. Y afirma que será pronto.

Es un hecho que Musk es un gran fanático de la Inteligencia Artificial y parece que quiere usarlo para algo más que para la conducción autónoma. Sabíamos que Tesla trabajaba en mejorar comandos de voz para controlar los coches. Pero ahora también podrían interactuar con los peatones.

Elon Musk quiere que este nuevo software esté disponible en la calle muy pronto. De hecho, en el vídeo que ha subido a Twitter podemos ver un Model 3 completamente de serie. ¿Serán los nuevos Tesla nuestro Coche Fantástico particular?