Culmina el año 2019 y nos adentramos en una nueva década en la que los robots estarán todavía más presentes en la vida cotidiana. Y donde seguro los veremos con más frecuencia es en el mercado laboral. ¿Qué pasará con el empleo? ¿La tecnología nos quitará nuestro puesto de trabajo?

Estas dudas pretende esclarecer El Cibercotizante, un colectivo formado por profesionales de distintas áreas que busca “abrir un gran debate nacional” sobre la robotización del trabajo. Desde su punto de vista, hoy en día "hay una burbuja informativa muy gorda sobre la idea de que los robots nos van a quitar el trabajo".

El Cibercotizante

“Puede haber una pérdida de puestos de trabajo que de hecho se está produciendo”, asegura Sebastián Reyna, profesor colaborador del Instituto para la Formación del Trabajo Autónomo e integrante de este colectivo. Según el experto, por primera vez en la historia se ha registrado “un aumento de la productividad en el trabajo, sin un aumento de puestos de trabajo”.

Para Javier Placer, que forma parte de El Cibercotizante, el problema es que “la gente está recibiendo educación que no sirve para el futuro”. De todos modos, destaca que la tecnología nos ayuda a ser más productivos. “El 40% de tu trabajo lo hará una máquina, seguramente será más importante la parte creativa de tu trabajo, pero eso no significa que te vaya a reemplazar una máquina”, explica.Las personas tendremos más tiempo libre y esto no debería ser del todo negativo, apuntan los expertos.

La tecnología también crea empleo

Según un informe del World Economic Forum, se han perdido 75 millones de puestos de trabajo en los últimos años por los avances tecnológicos, pero podrían generarse 133 millones de nuevos puestos adaptados a la nueva división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos.

En este sentido, José Joaquín Flechoso, fundador de El Cibercotizante, utiliza el ejemplo del VAR en el fútbol. “El fútbol tenía tres árbitros, resulta que ahora la tecnología ha creado 15 puestos de trabajo”, explica.

Algo que está claro es que si aumenta la productividad, aumentará la riqueza y uno de los desafíos de cara al futuro es aprender a “capturar riqueza” y saber cómo repartirla.