La gran tarea pendiente de China para por ser aquella de la transparencia. Por los derechos humanos llevamos años pidiéndosela desde Occidente y ahora con la pandemia insistimos en que nos tienen que decir cuál es de verdad la situación allí para poder operar con libertad y justicia con respecto de sus ciudadanos.

Más allá de la COVID-19 qué sucede por la transparencia en la inversión.

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

China es la gran opción rentable del mercado, pero qué le falla al dragón

La gran tarea pendiente de China pasa por ser aquella de la transparencia aunque más allá de las COVID-19 o los derechos humanos está la responsabilidad verde

Hace poco le dábamos carpetazo a un año que ha hecho un roto en los mercados y en el que los bancos centrales no han temido en infringirle dolor a la economía para salvarnos de una crisis que nos lleva a la recesión - que entre aterrizajes - promete ser libre y no brusca como se prometió en un primer momento aunque el país en el que el dragón despierta, poco a poco, de su letargo.

China se empeña en dificultarnos la entrada en el 2023 quejándose de que les cerremos las fronteras - o, al menos, les hagamos más difícil el venir a Occidente cuando ellos, tres años después, han decidido que es el momento de convivir con el maldito virus.

Pero nosotros no les estamos haciendo caso. Y es que fue la semana pasada, sin ir más lejos, cuando el ministerio de Sanidad nos convocaba a los periodistas de urgencia a una rueda de prensa para anunciar que nos sumamos - pidiendo que también se haga en el marco europeo - a las protecciones contra el gigante asiático que se queja ante las denuncias de falta de transparencia entre las que China insiste en que no hay que politizar la pandemia.

De hecho, la portavoz del ministerio de asuntos exteriores de Pekín considera que las medidas de prevención adoptadas por la pandemia no deben utilizarse para poner en marcha estrategias de manipulación política.

Palabras que, además, llegan poco antes de la que la Organización Mundial de la Salud actualice sobre el terreno la situación de la pandemia en el gigante asiático.

Las aerolíneas rechazan, de momento, medidas anticovid para los pasajeros procedentes del país. Y nosotros desde hoy pedimos el pasaporte COVID a los turistas procedentes de China.

Falta de transparencia

Y es que desde el comienzo de la guerra de Rusia en Ucrania, la comunidad internacional ha intentado entender cuál es la posición de China de cara a este conflicto. El gigante asiático ha evitado condenar a Rusia por la invasión ante el Consejo de Seguridad de la ONU y en algunos escenarios se ha ofrecido como mediador.

En este complejo contexto, la economía china está atravesando una fase de cambios a la que sus mercados de acciones y de bonos no están reaccionando bien y reflejan altibajos del +/-10% en una sesión.

A pesar de todo esto, expertos como Marc Ciria, consejero delegado de Diagonal Asset Management, nos dice en este programa que de tener renta variable en cartera, una de las opciones para obtener buenos rendimientos podría estar en el gigante asiático.

Pero ojo porque los inversores extranjeros en acciones chinas tienen un problema al que deben de hacer frente.

Miedo a las ESG

El crecimiento de la economía ofrece la esperanza de mejorar los rendimientos de las carteras, pero en cuanto a los criterios ESG que tanto importan hoy en día, los de responsabilidad medioambiental, social y de gobernanza son un gran problema y no solo porque sean mucho más laxas que las del resto de naciones occidentales, sino también del resto de mercados emergentes.

La combinación de tener uno de los mercados de consumo más grandes del mundo con los sectores de tecnología y servicios de rápido crecimiento ha atraído a inversores globales dispuestos a mirar hacia otro lado en la censura, la vigilancia, el medio ambiente, el trabajo y otros abusos contra los derechos humanos.

Sin embargo, hay señales de que se avecinan sobre un posible ajuste de cuentas ESG para las empresas chinas y quienes invierten en ellas. Las calificaciones ESG son cada vez más importantes para los inversores internacionales, pero las reglas y estándares de sostenibilidad comunes en las jurisdicciones occidentales están en desacuerdo con las realidades sobre el terreno en China.

Así es cuando Morningstar han retirado de su lista de vigilancia tres valores: Tencent, Weibo y Baidu por no cumplir los derechos ODS impuestos por Naciones Unidas.

Tales experiencias pueden volverse más comunes para los inversores en una China cada vez más autoritaria a medida que Xi Jinping, el líder más poderoso del país desde Mao Zedong, se embarca en un tercer mandato sin precedentes en el poder.