Saudi Aramco quiere salir fuera del Golfo Pérsico, pero no tiene muy claro a dónde. A quien se bate con Apple por ser la empresa con una mayor capitalización de mercado le interesan Londres o Nueva York, pero China tiene claro que Hong Kong debe ser la plaza bursátil en la que negociar los petrodólares más cotizados del mundo. ¿Qué está pasando en esta guerra por el listing?

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Aramco: la joya de la corona por la que clama Hong Kong

La mayor petrolera estatal del mundo busca un segundo listado de sus acciones más allá de Riad y mira con interés plazas fuera de Nueva York y Londres

Fue el mayor debut bursátil de la historia, el toque de campana más rentable del mundo después de que a las pocas horas de la apertura de los mercados en Riad allá por 2019 los títulos de Saudi Aramco repuntaran un 10% dejando la capitalización de la petrolera estatal de Arabia Saudí sobre los 29.000 millones de dólares y ojo porque se quedó ahí básicamente porque le fue imposible seguir subiendo porque toco los máximos que permiten los mercados sauditas.

Y es que el calendario siempre es caprichoso porque justo cuando los líderes mundiales tratan de buscar una salida al laberinto de la crisis climática en el que no hay que buscar la complacencia ni la apatía, según el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres las petroleras hacen caja con las energías fósiles.

Esta empresa suministra hoy aproximadamente uno de cada nueve barriles de crudo producidos y gestiona refinerías desde la costa del Golfo de Estados Unidos hasta el Mar del Sur en China. Sin embargo, sus comienzos fueron bien diferentes.

De América para el mundo

La venta de alrededor del 5% de Saudi Arabian Oil o Saudi Aramco, es el eje de un plan del príncipe Mohammed bin Salman para transformar la economía de la nación y sobrevivir en la era postpetróleo después de que en 1933 Arabia Saudí otorgara su primera concesión de exploración petrolera a Standard Oil de California, ahora Chevron, la cual establece una filial en Arabia Saudí: California Arabian Standard Oil (Casoc), para administrar un área más grande que Texas o Francia.

En 1938, después de una serie de decepciones, Casoc - escisión de Texaco - pasa a llamarse con el tiempo en 1944 Arabian American Oil, Aramco y es entonces cuando en 1933 esta compañía, centrada históricamente en la exploración y producción, se convierte en una empresa petrolera integrada cuando el gobierno le asigna la tarea de refinar y distribuir productos en el ámbito nacional y comercializar productos a nivel internacional.

Con más de 60.000 empleados, Aramco opera con subsidiarias y filiales en China, Japón, India, Corea del Sur, Singapur, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido, Países Bajos y Estados Unidos.

Otros listados

Y es este el contexto en el que en abril de 2016, el príncipe heredero de Arabia Saudí anuncia un plan para que la empresa salga a bolsa en el que se ofrecerá a los inversores menos del 5% de las acciones de la empresa. De aquí nace la mayor salida a bolsa de la historia.

Según los informes, los planes para un segundo listado de la compañía se estancaron en el pasado, ya que los analistas argumentaban que el valor real de la empresa era mucho más bajo que la valoración de 2 billones de dólares del príncipe heredero.

También hubo incertidumbres sobre si los inversores responderían negativamente a la operación de salida a bolsa dadas las acusaciones de que bin Salman fue una fuerza clave detrás del presunto asesinato del periodista de The Washington Post, Jamal Khashoggi.

Utilizando una opción greenshoe o de sobreasignación, la empresa fue entonces cuando aumentó el tamaño de su oferta pública inicial a 29.400 millones de dólares después de vender 450 millones de acciones adicionales.

Y es este el contexto en el que la firma está avanzando con los planes para sacar a comercio público la división de energía en una de las mayores del año. ¿Dónde lo hará? Es la gran pregunta en el mercado y más ahora después de que el líder de Hong Kong, John Lee, concluyera hace unos días un viaje a Arabia Saudita para persuadir al gigante asiático de que cotice en su centro financiero y no en Londres o Nueva York.

Tal medida sería una gran victoria para Lee, quien, desde que asumió el poder en julio, se ha centrado en reabrir Hong Kong después de años de aislamiento por la pandemia que afectaron la economía y la reputación de la ciudad.

Hong Kong está presionando con fuerza. La ciudad, en cooperación con las bolsas de China continental, está cambiando las reglas para permitir que los inversores minoristas de China compren acciones de empresas con sede en el extranjero que cotizan en la bolsa local por primera vez. Eso incluiría a Aramco, si realizara una cotización primaria dual en la ciudad.

Y todo mientras que esperamos - continuamente - a la OPEP el ministro del petróleo de Emiratos Árabes Unidos confirma que el cártel actuará cuando sea necesario. Es la alianza de los exportadores con Rusia la que sube a 110 millones de barriles al día su apuesta de previsión de demanda para 2045.

Contexto en el que lo que hoy todos se preguntan es simple: Saudi Aramco, ¿dónde te esperamos?