La economía de Japón es una de las más complejas del mundo. Y para entenderla, hay que ponerla en contexto: el país arrastra una crisis desde los años 90, una época en la que el sector inmobiliario sufrió un gran desplome y las compañías de seguros quebraron. Sus bancos son fusiones de fusiones, con ayudas públicas y ampliaciones de capital de inversores. El sentimiento en general, es de pesimismo, tal y como explica Marc Garrigasait, gestor del fondo Japan Deep Value.



Ese sentimiento pesimista general es el motivo por el que hay menos inversores en el país y muchas compañías baratas. Ahí es donde pone la mirada el fondo Japan Deep Value Fund, de Gesiuris, un fondo de renta variable que mira sobre todo a empresas niponas únicas dentro de las 3.700 empresas que hay en el mercado japonés, un mercado muy local y que apenas exporta.

La gente que manda en estas empresas ronda los 70 años y casi toda su etapa profesional ha vivido en depresión económica. Por tanto, no invierten, no pagan casi dividendo, no recompran acciones, guardan dinero por si acaso y eso hace que sus empresas sean sólidas y buenas para el inversor, ya que no tienen deuda y algunas de ellas tienen más caja que lo que valen en bolsa. La gestión del fondo corre a cargo de Marc Garrigasait y ésta es su filosofía de gestión.

El fondo Japan Deep Value cuenta en su cartera con 38 empresas diversificadas en varios sectores como el de distribución, construcción, automoción, videojuegos o alimentación. Aunque entre todas estas compañías destaca una en especial: Nakano Refrigerators.

El fondo fue lanzado en agosto de 2016 y desde entonces ha obtenido una rentabilidad cercana al 40%. Su índice de referencia es el Tokyo Price Index (TOPIX), ya que incluye también pequeñas y medianas empresas. Respecto al futuro de Japón, la previsión de Gesiuris es que su economía seguirá como hasta ahora. Compañías baratas en un clima de pesimismo económico. Ése es el atractivo del mercado japonés.