El cambio climático también es una oportunidad de inversión. Pero esa oportunidad no sólo se centra en compañías de energías renovables, sino que va más allá: también mira a negocios que ayudan a otras empresas a operar de forma más eficiente.

A esas empresas mira el fondo Nordea Global Climate and Environment Fund, un fondo de renta variable global centrado en identificar empresas que ayudan en la transformación hacia una sociedad menos intensiva en emisiones de carbono.



Un 40% de su cartera está en EEUU y otro 40% en Europa. También cuenta con un 10% en Japón y entre un 5% y un 6% en mercados emergentes.

El fondo es full-invested, intenta no tener más de un 1% de liquidez. Y si tiene más de un 1%, rebalancea la cartera para invertir el dinero.

Por sectores, el fondo tiene un gran peso en el sector industrial, tecnológico y de materiales.

Aunque cuando se habla de inversión en cambio climático muchos tienden a pensar en energías renovables, el 70% de la cartera del Global Climate and Environment Fund se centra en empresas que ayudan a otras a ser más eficientes en el uso de los recursos. Y un ejemplo es la alemana Rational, que fabrica hornos eficientes.

El fondo en Clase BP Euros registró una rentabilidad del 16’18% a cierre de octubre de 2017. Por lo general, el fondo intenta no superar una volatilidad del 25%.

En cuanto al futuro de la inversión en cambio climático, el responsable de producto de Nordea, Cristian Balteo, se muestra optimista.

Utilizar los recursos con cabeza y fabricar productos con eficiencia. Ésa es la clave que incluyen muchas compañías para luchar contra el cambio climático. Una opción interesante para nuestra cartera de inversión.