Under Armour se cuela en el podio de los Juegos Olímpicos. Lo hace acompañada de uno de los grandes: el nadador estadounidense Michael Phelps.

La compañía de ropa deportiva no es patrocinadora oficial de los juegos, pero no le hace falta. Marcas como Nike, Visa o McDonald’s deberán pagar decenas de millones de dólares al Comité Olímpico por utilizar la propiedad intelectual de las olimpiadas. Un gasto que no tendrá Under Armour, que apuesta por los grandes atletas como su mejor campaña de marketing para el evento.

Además de Michael Phelps, la compañía ha reclutado a otros 250 atletas y planea una serie de tácticas para conectar su marca con los Juegos Olímpicos. Entre ellas, pretende alquilar una serie de gimnasios al aire libre en un tramo de la playa de Río para establecer puestos de entrenamiento durante los juegos.

La estrategia de Under Armour consiste en apostar por el atleta, no por el evento. Los patrocinadores oficiales temen que este cambio pueda socavar sus inversiones. De hecho, algunas compañías como McDonalds utilizarán estos juegos para evaluar si les compensa presentar futuras ofertas. ¿Se le acaba el chollo al Comité Olímpico?

Para que nos hagamos una idea, los principales patrocinadores gastan unos 25 millones de dólares al año en derechos, 100 millones cada cuatro años. El Comité espera doblar esa cuota hasta los 200 millones a partir de 2021. Under Armour no ha especificado cuánto gasta en los juegos, pero sus gastos totales en marketing ascienden a los 122 millones. A pesar de su estrategia actual, la compañía no descarta convertirse algún día en un patrocinador oficial, puesto que se trata de una buena forma de expandir su marca más allá de EEUU.

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