Tras dos semanas de idas y venidas desde que el pasado Jueves Santo, el magnate sudafricano, Elon Musk, lanzara una OPA hostil sobre Twitter por 44.000 millones de dólares, se cierra el caítulo de la adquisición de la red social del pájaro azul.

Con rumores que han condicionado al mercado durante toda la jornada de este lunes, el anuncio se conforma como un giro dramático de los acontecimientos solo 11 días después de que el multimillonario revelara la oferta por la firma de redes sociales.

Un acuerdo que está valorado en 44.000 millones de dólares, es decir, en 54,20 dólares por acción. En toda la operación Tesla queda al margen como posibilidad de respaldo a la financiación. Un acuerdo que supone una prima del 38% respecto al precio de cierre de los títulos de Twitter el pasado 1 de abril, el último día hábil antes de que Musk revelara una participación significativa en la empresa (del 9,2%), lo que provocó un repunte de los precios de los títulos.

Las acciones de la red social rebotan sobre el 6% a la espera de que la operación reciba el beneplácito de los reguladores estadounidenses para llevar a término la operación.

En un primer momento se especulaba con que Twitter rechazara la oferta, que Musk hizo el 14 de abril sin decir cómo la pagaría , y pusiera en práctica una llamada píldora venenosa para evitar que el sudafricano aumentara su participación.

Así las cosas, después de que el empresario revelara que contaba con compromisos de financiación por valor de 46.500 millones de dólares, el mercado cambio de parecer y Twitter abrió las puertas a la negociación.

Este importe sería el resultante de lograr financiación por 25.500 millones de dólares, que incluye un préstamo de 12.500 millones avalado con sus acciones de Tesla, de un grupo de bancos liderado por Morgan Stanley, que su asesor financiero. Pero además, Musk asegura que que personalmente proporcionaría 21.000 millones de dólares de capital para el acuerdo.

Negociaciones a puerta cerrada

El posible giro por parte de Twitter se produce también después de que Musk se reuniera en privado el viernes con varios accionistas de la empresa para ensalzar las fortalezas de su propuesta mientras repetía que la junta tendría que tomar una decisión de "sí o no".

De momento, los planes del sudafricano para Twitter se desconocen aunque apuntan a cambios en la dirección de la firma para mejorar su situación en el mercado.

La venta representa, al fin y al cabo, cómo la firma admite que tras la salida de Jack Dorsey el año pasado, el consejero delegado, Parag Agrawal no ha sido capaz de hacer la firma lo suficientemente atractiva para el mercado, a pesar de estar en el camino de cumplir con los ambiciosos objetivos financieros que la compañía se estableció para 2023.