El gigante automovilístico nipón Toyota Motor anunció hoy que invertirá 500 millones de dólares en Uber para desarrollar conjuntamente coches autónomos que estarán disponibles en esta plataforma de transporte. La colaboración tiene el objetivo de "llevar al mercado el transporte compartido autónomo como servicio de movilidad". La tecnología de ambas se integrará en vehículos de Toyota que formarán en la red de automóviles de Uber.

El presidente de Toyota, Shigeki Tomoyama, afirma que se trata de una "piedra de toque" en la transformación de la empresa. Por su parte, el máximo responsable de Uber, Dara Khosrowshahi, declara que el acuerdo permitirá a su compañía acercarse al objetivo de "ofrecer los automóviles autoconducidos más seguros del mundo".

Toyota ya realizó una primera inversión en Uber en 2016. La compañía nipona anunció también que cuatro de sus subsidiarias fabricante de piezas de repuesto, (Aisin Seiki, Jtekt, Advics y Denso) se fusionarán en una compañía controlada por esta última con el objetivo de "combinar fuerzas" y desarrollar autopartes como sensores, frenos y sistemas de dirección para vehículos autónomos.

La fuerte apuesta de Toyota por los coches autoconducidos fue bien acogida por los inversores de la Bolsa de Tokio, donde las acciones de la compañía ganaban un 1,85% y se situaban en 7.095 yenes (54,6 euros) transcurrida la primera hora y media de negociación.