Las faltas de respeto en la empresa son más habituales de lo que parece. "Y no tienen por qué ser faltas en mayúscula, hay muchas microfaltas de respeto", explica Daniel Sánchez Reina, desde E2 Eficiencia Empresarial y autor de 'El mentor'.

Una de esas microfaltas es llegar tarde a una cita o a una reunión. Un gesto como ése da una imagen de confiabilidad muy baja. Y lo que es peor: "esa persona que llega tarde se ha convertido en alguien no confiable no sólo en eso, sino en cualquier ámbito".



Otra falta de respeto la protagonizan los jefes de las empresas: sus faltas de respeto a través de sueldos de miseria u otras acciones hace que las empresas estén llenas de "zombies profesionales", apunta Reina.