El Banco Santander ha colocado un total de 7,64 millones de bonos en la operación destinada a compensar a los antiguos accionistas del Banco Popular, que perdieron su inversión en acciones tras la liquidación de la entidad y su posterior venta al banco presidido por Ana Botín.

La colocación de los llamados bonos de fidelización alcanza un 77,88% del total de la Oferta, por un importe de 764 millones de euros, y la entrega a los aceptantes tendrá lugar este viernes, después de que finalizara el periodo de aceptación el 7 de diciembre.

Se trata de clientes del Popular que compraron acciones durante la ampliación de capital de 2016, pero también de quienes compraron obligaciones subordinadas en julio de 2011. La oferta se dirige únicamente a clientes minoristas, particulares o empresas. Según el Santander, el 99% de ellos adquirieron títulos por valor inferior a 100.000 euros y recibirán el 100% de la inversión. Para el tramo de entre 100.000 y 500.000 euros recibirían el 75% de la inversión y a partir del millón no recuperarían su inversión.

Además, el banco presidido por Botín exige unas condiciones muy concretas para otorgar esta compensación, como que la inversión debía estar depositada en Popular España o Santander en el momento de la resolución, además de excluir a inversores institucionales o miembros del Consejo de la entidad resuelta.

Otra de las claves es que quienes hayan aceptado el bono de fidelización renuncian a emprender acciones legales y deben firmar que entienden el riesgo del nuevo producto, que serán obligaciones perpetuas emitidas por Santander, con un valor nominal de 100 euros, amortizables a partir del séptimo año.