Royal Bank of Scotland espera un impacto negativo de 3.600 millones de libras (5.200 millones de dólares) en el valor de sus activos tangibles en el cuarto trimestre del año, incluyendo una provisión de 2.200 millones de dólares en activos respaldados por hipotecas en Estados Unidos. Esto ha provocado una pérdida superior al 4% en las acciones de la compañía en la apertura del mercado. Sus títulos han caído en torno un 17% este año.

La entidad explica en un comunicado que tapar el déficit de las pensiones perjudicará el valor de los activos en 1.600 millones de libras. RBS también reserva una cantidad adicional de 500 millones de libras para un seguro de protección de pagos vendido erróneamente. Según el consejero delegado del banco, Ross McEwan, esto debería poner fin a las provisiones por esas reclamaciones.

En su tercer año como CEO del banco, McEwan trata de revitalizar la entidad, que todavía debe lidiar con los costos vinculados a la gestión anterior y con la reestructuración tras la crisis financiera. La eliminación de puestos de trabajo, la reducción de inversiones y la retirada de ciertos mercados, son algunas de las medidas llevadas a cabo en un intento de mejorar las cuentas de la entidad.