La compañía aérea Garuda Indonesia ha cancelado un pedido de 49 aviones Boeing 737 MAX 8 tras los dos accidentes mortales en Etiopía e Indonesia en menos de cinco meses con el mismo modelo. En una carta, Garuda ha solicitado la anulación de su pedido que asciende a 4.300 millones de euros.

El motivo es la falta de seguridad en el modelo. Así lo ha trasmitido el portavoz de la compañía aérea, Ikhsan Rosan, que ha subrayado que sus clientes “tienen poca confianza en la aeronave y evitan usar el MAX 8”.

Garuda ya ha recibido un Boeing 737 MAX como parte de un pedido de 50 unidades, que no descarta devolver. Hasta el momento, la aerolínea ya ha pagado a la multinacional estadounidense casi 23 millones de euros. “No es que queramos reemplazar a Boeing, sino es posible que optemos por pedir un modelo diferente de avión”, ha recalcado Ikhsan Rosan.

Ahora, se espera que un equipo de Boeing llegue a Yakarta el próximo 28 de marzo para discutir sobre el asunto.

La decisión de Garuda Indonesia aumenta la crisis en la que está inmersa Boeing tras el accidente en octubre del año pasado de una aeronave 737 MAX 8 en Indonesia en el que murieron 189 personas y un segundo siniestro del mismo modelo en Etiopía el 10 de marzo que dejó 157 fallecidos.

Lion Air, la compañía que sufrió el primer accidente del modelo, anunció este mes la suspensión temporal de un pedido de cuatro aviones de este modelo de Boeing previsto para marzo. Además, no descartan cuestionar la viabilidad del total del pedido de 218 aviones 737 MAX que tienen contratado con la multinacional aeroespacial.

Las investigaciones aumentan la crisis


Desde la segunda tragedia las operaciones de este modelo se han prohibido a escala global que, según la consultora Bloomberg Intelligence, supone un coste para las aerolíneas que tienen el 737 MAX en su flota de 220.000 euros al mes.

La atención ahora se centra en los fallos de seguridad del modelo. Los investigadores ponen el foco en el sistema de alerta de los fallos del software MACS , que aparentemente habría provocado los dos accidentes. El problema es que Boeing no incluía el sistema de alerta de fallos en la versión básica del avión, sino que lo añadía como un extra por el que las aerolíneas debían pagar.

Según informaciones aportadas por The New York Times, los dos aviones siniestrados no poseían esos extras. Dado que el MACS de Boeing no requería un entrenamiento adicional de los pilotos, la mayor parte de las aerolíneas optaron por no comprar el sistema de alertas. Como medida, Boeing integrará el sistema de fallos como parte básica del sistema de los MAX, además de añadirlo a los que ya ha vendido.