Las canchas de baloncesto de la NBA se han convertido en una auténtica pasarela que nada tiene que envidiar a Milán, París o Madrid. La gran revolución ha llegado a las zapatillas, una batalla que tiene tres grandes competidores: Nike, Adidas y Under Armour.

La compañía estadounidense  asestó un duro golpe a sus rivales al convertirse en el proveedor oficial de la NBA.  Nike domina el mundo del baloncesto, no solo los diseños de las camisetas, sino también entre su cartera de clientes cuenta con las grandes estrellas del basket americano y eso implica que sus zapatillas resuenan en los parqués de los NIKEpabellones estadounidenses.

Según un estudio de la ESPN, Nike sigue mandando de manera clara, acaparando el 64% del mercado -y desde este año siendo la marca oficial de la NBA-, mientras que Adidas sigue creciendo y ya está por delante de Jordan, con un 17,7% frente al 9,8% de la segunda. Under Armour, por su parte, se conforma con 3,5%, gracias al tirón de Stephen Curry.

Pero a Nike se le saltan las costuras y no ha sido, precisamente, en el mejor escenario posible. En uno de los partidos más esperados, conocido como 'Tobacco road rivalry', término acuñado para el choque de cada año entre Duke y North Carolina, una de las rivalidades de mayor solera del deporte estadounidense.

En la grada una visita con mucho glamour, Barack Obama, y las entradas por las nubes: 2.400 dólares de media, superaban incluso a las de la Superbowl. Sin embargo, el show apenas duró 33 segundos, lo que duraron las costuras de las Nike que calzaba Zion Williamson, estrella de Duke, y futuro número 1 del draft de la NBA.

Una simple finta y la suela de la zapatilla derecha de Williamson se despegaba del resto. Fin del partido para el joven alero y, quizá, fin de su temporada, aún está por ver el alcance de la lesión de rodilla, pero se teme lo peor.

No solo ha quedado tocada la rodilla del jugador y su estado físico. Los ataques a Nike no han tardado. “Eso no le habría pasado con unas Puma" y la reputación de la marca deportiva estadounidense se resiente levemente en los movimiento fuera de mercado. La compañía de Mark Parker ha llegado a caer un 1,7%.

Campanazo de Nike

Nike planea que sus ventas alcancen un volumen de 50.000 millones de dólares en 2020. De 2010 a 2015 los ingresos por ventas aumentaron en 12.000 millones de dólares, pasando de 18.000 a 30.000 millones. Hace 4 años, Nike se fijó una facturación de 35.600 millones de dólares para este año, en una progresión que daría con el objetivo marcado para 2020.

Para conseguir el objetivo, la atención se centrará principalmente en aumentar hasta siete veces los datos de ventas por Internet, seguir maximizando el compromiso de los consumidores a través de sus aplicaciones de training como Nike+, duplicar los ingresos de ropa femenina de los 5.500 millones a los 11.000 millones y, por último, elevando su impacto en países como China o México, donde la NBA es un reclamo perfecto del que Nike espera obtener grandes réditos.