Era una de las sospechas iniciales y Microsoft es la primera empresa en confesar. En pleno CES 2018 la compañía comienza a adaptar su discurso inicial tras hacerse públicos los fallos de seguridad en los chips de Intel, AMD y ARM que afectan a casi todos los dispositivos electrónicos modernos.

Microsoft admite que las actualizaciones y parches que llegan para mitigar los riesgos de Meltdown y Spectre sí afectarán al rendimiento de Windows, como ya adelantaban algunos de los expertos consultados por Entre Líneas en Capital Radio.

En un nuevo comunicado, la compañía detalla los efectos que habrá en el rendimiento de los equipos. Para los ordenadores con Windows 10 en procesadores más nuevos -PCs de 2016 con Skylake, Kabylake y CPUs recientes- se observan desaceleraciones de un dígito, “pero no esperamos que la mayoría de los usuarios noten un cambio porque estos porcentajes se reflejan en milisegundos”. Con Windows 10 pero en procesadores más antiguos -PCs de 2015 con Haswell o CPUs más antiguas- algunos puntos de referencia muestran “desaceleraciones más importantes y esperamos que algunos usuarios noten una disminución en el rendimiento del sistema”. Con Windows 8 y Windows 7 y procesadores antiguos -PCs de 2015 con Haswell o una CPU más antigua- esperamos que la mayoría de usuarios “noten una disminución en el rendimiento del sistema”.

Por último, para aquellos que utilicen Windows Server con cualquier procesador, especialmente en cualquier aplicación intensiva, habrá un impacto de rendimiento más significativo cuando se habilitan las mitigaciones para aislar el código que no es de confianza dentro de una instancia de Windows Server. Por este motivo, Windows recomienda tener cuidado y evaluar el riesgo de ese código que no es de confianza para cada instancia de Windows Server y así poder equilibrar seguridad y rendimiento.

En cuanto a las CPU más nuevas, como Skylake, Intel ha perfeccionado las instrucciones utilizadas para “deshabilitar la especulación” y ser más específico en las ramas indirectas, reduciendo así la “la penalización del rendimiento general en la mitigación del fallo Spectre”. Por otro lado, las versiones más antiguas de Windows tienen un mayor impacto en el rendimiento porque Windows 7 y Windows 8 exigen más transiciones entre el kernel –el núcleo- y el espacio de usuario debido al diseño. Sobre esto último la compañía explica que publicarán más explicaciones próximamente.