El Consejo de Ministros ha aprobado un fondo de 10.000 millones de euros para ayudar a las empresas no financieras, consideradas estratégicas, afectadas por el coronavirus. Pero ¿cuál es la letra pequeña de ese fondo al que ha dado luz verde el Gobierno?

Según la orden del Ministerio de la Presidencia, publicada este viernes en el BOE, sobre el acuerdo del Consejo de Ministros para establecer ese mecanismo, el Gobierno tendrá pleno control sobre las decisiones estratégicas de las empresas que decidan acogerse al fondo de rescate por ver comprometida su viabilidad debido a la crisis derivada de la pandemia del Covid-19.

Entre las condiciones, para que las empresas reciban la ayuda, no se permitirá el reparto de dividendos, ni de bonus ni tampoco planes de expansión por parte de las empresas que reciban la ayuda.

Además las empresas que opten a esta ayuda deben cumplir una serie de condiciones, como que su domicilio social sea en España y que no estuviera en crisis a 31 de diciembre de 2019.

La firma no puede haber sido condenada por delitos de malversación y tiene que acreditar, además, que sin esta ayuda tendría dificultades para mantenerse a flote.

Esta ayuda se podrá articular mediante la concesión préstamos participativos, de deuda convertible o de participaciones sociales. El importe mínimo será de 25 millones por beneficiario, salvo casos justificados.

El importe máximo se fijará el que sea imprescindible, siempre y cuando no supere el patrimonio neto de la compañía a 31 de diciembre 2019. Y además las empresas tendrán que presentar un plan para reembolsar las ayudas.

Proteger el tejido productivo

El fondo fue aprobado 3 de julio por el Gobierno, en el marco de las medidas autorizadas por Bruselas para hacer frente al impacto de la pandemia en el tejido empresarial.

Según la ministra Montero, esta medida aprobada por el ejecutivo refleja su compromiso para proteger y reforzar el tejido productivo.

El fondo está dotado inicialmente 10.000 millones y su objetivo es prestar apoyo público temporal a empresas no financieras afectadas por la pandemia y consideradas estratégicas a nivel nacional o regional.

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