España es uno de los países afectados por la futura salida del Reino Unido en la Unión Europea. Las empresas españolas están o piensan establecerse en el Reino Unido "ven el brexit como una amenaza", lo que podría afectar a los futuros flujos de inversión.

Nuestro país es un importante inversor en territorio británico, ya que es el segundo destino, por detrás de Estados Unidos, de la inversión española en el exterior, y se duplicó entre 2007 y 2016, hasta 77.077 millones de euros, un 16,8 % del total de las inversiones españolas en el extranjero.

Entre toda esta incertidumbre y la prórroga de los veintisiete países de la unión Europea a Theresa May hasta el 31 de octubre para hacer efectiva la salida del Reino Unido, la mayoría de las empresas que operan en el Reino Unido tiene mantiene un cierto optimismo y prevén mantener su inversión y tener buenos resultados financieros en 2019, explica en Capital Radio Nacho Morais.

Añade que un 58 % de las firmas encuestadas "no espera que el brexit afecte a sus planes de inversión" para el año próximo, si bien un 51 % reconoce haber modificado sus prioridades inversoras desde el voto favorable a la salida de la UE del 23 de junio de 2016.

Sin embargo, según el tesorero de la cámara de comercio, las empresas ven un proceso complejo a nivel parlamentario y quieren que se mantenga un marco estable y se propicie el poder seguir haciendo negocio. Las inversiones de empresas españolas son de largo plazo y comprometidas sobre todo en sectores como la banca ya que dos de los importantes bancos británicos son propiedad de bancos españoles. Además, otro sector empresarial como las telecomunicaciones, el transporte, o sectores más pequeños como consultoría y restauración, esperan que siga habiendo una homogeneidad regulatoria lo más posible. También preocupa la libertad de los ciudadanos de residir en el país británico y esperan que siga habiendo la libertad de movimiento que hay hasta el momento.

Pero no solo las empresas europeas ven un futuro incierto con el brexit, el propio Parlamento Británico no quiere un brexit duro y quieren una continuar perteneciendo a la comunidad aduanera como modelo de negocio y además seguir teniendo un mercado único; factores importantes para tener un modelo similar al anterior.