Hasta 1 billón de dólares es lo que pretende ahorrar en costes la industria petrolera entre los años 2015 y 2020. Recortes de plantilla, retraso en los proyectos, cambios en las técnicas de perforación y negociaciones con los contratistas externos son algunas de las medidas para ajustarse el cinturón, según Bloomberg.

Estas medidas pretenden servir de colchón para amortiguar el desplome de los precios del petróleo, que ya han caído un 60% desde el año 2014. Esto hace que algunos de los planes más ambiciosos de las grandes empresas se pongan en duda. Para rentabilizar sus proyectos, las empresas deben reducir los contratos con los grupos que les ofrecen los servicios petroleros a través de la renegociación de los precios y la reducción de exploraciones para perforar.

Ahora los productores intentan demostrar que pueden adherirse a los ahorros, mientras que los proveedores de servicios intentan revertir sus pérdidas.

La compañía BP espera que el 75% de sus recortes se mantengan incluso si el petróleo se recupera. Los perforadores de esquisto de EEUU aseguran que al menos la mitad de sus ahorros son permanentes mejoras en su eficiencia, pero los proveedores de servicios como Schlumberger y Halliburton, que realizan la mayor parte de la perforación y fracturación hidráulica en todo el mundo, cuentan una historia diferente: pueden realizar recortes para mantener su negocio durante la crisis actual del crudo, pero esto sólo se trata de medidas temporales.

Y es que los proveedores de servicios aseguran que están en un punto en el que no podrán ofrecer más descuentos. Algunos de los principales, como Schlumberger, Halliburton y Baker Hughes presentaron pérdidas en EEUU en los tres primeros meses de 2016.

Medidas de ahorro


Las exploradoras de petróleo insisten en que han hecho cambios duraderos. En el Mar del Norte, algunos productores como BP lo han estandarizado todo: desde los equipos de perforación hasta las bombillas y la pintura que se utiliza en las plataformas en alta mar. En EEUU, las compañías han construido infraestructuras en yacimientos de esquisto y han instalado tuberías para el transporte del crudo y las aguas residuales en vez de pagar al camión de la basura.

En el oeste de Texas, en la zona conocida como Permian Basin, Devon Energy ha extendido la electricidad a sus pozos, lo que le ha permitido eliminar 300 generadores alquilados. En el caso de Occidental Petroleum, esta compañía ha mejorado su diseño para perforar más rápido, lo cual le ha permitido reducir sus costes un 80%. Por su parte, la petrolera independiente Apache ha renegociado los contratos de energía, agua y productos químicos de manipulación y ha reducido los gastos de alquiler operativo en un 17%. El objetivo de estas medidas: sobrevivir a la crisis actual del oro líquido.