La compañía ha obtenido unos ingresos trimestrales menores a los esperados, debido al crecimiento en sus negocios de alta rentabilidad, en los que no pudo contrarrestar la caída en sus unidades tradicionales.

Los ingresos han bajado un 4,7% a 19.290 millones de dólares, frente a los 19.460 que esperaban los analistas. En cuanto a la acción neta, ha caído un 7% hasta los 2.330 millones de dólares (2,48 euros por acción). Unos números que muestran su mayor descenso en 5 trimestres. 

Con estos resultados trimestrales, IBM acumula 21 trimestres seguidos de caídas. En los últimos años, la compañía tecnológica ha cambiado el rumbo hacia nichos de crecimiento a áreas de alta rentabilidad: servicios en la nube, ciberseguridad y análisis de datos. Este cambio se ha hecho con el objetivo de equiparar la desaceleración en sus unidades de software y hardware.

En este segundo trimestre, los ingresos en los campos a los que la compañía llama "estratégicos imprescindibles", han crecido un 5%. Sin embargo, algunos analistas se han mostrado indignados, porque la inversión que se hizo en áreas como la de la inteligencia artificial, no ha hecho mucho por hacer que esos ingresos aumenten.

Los ingresos de los servicios tecnológicos y de la nube (el área más grande de la compañía) han caído un 5,1%, a 8.140 millones, frente a los 8.580 millones que estimaban los analistas. En otras unidades, entre ellas software, hardware y consultoría, los ingresos también han sufrido un descenso.

Por otra parte, IBM ha ratificado su pronóstico de ganancias ajustadas para lo que queda de año, de aproximadamente 13,80 dólares por acción. El presidente financiero de la compañía, Martin Schroeter, dijo tras los resultados, que IBM se beneficiará del "lanzamiento de un nuevo servidor central" y de "nuevos contratos" en los últimos seis meses del año.