Facebook cambia de de nombre. Ahora se llama Meta y quiere potenciar la realidad virtual. No es la primera compañía que lo ha hecho. Google, KFC, Philip Morris e incluso Apple sí que se han atrevido. ¿Les ha servido de algo? En unos casos sí, en otros no. Pero si nos fijamos en la red social… ¿será el mismo perro con distinto collar?

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

Google, Apple, Netflix... las otras firmas que cambiaron de nombre y despegaron

Google se "transformó" en 2015 en Alphabet, Apple se quitó un apellido para modernizarse y Netflix abandonó la idea de convertirse en un "calamar", ¿les ha funcionado?

Toda esta quimera empezó por ella. Frances Haugen, la denunciante que ha estado estas últimas semanas sacando a la luz las “vergüenzas” de Facebook. Entre las que se conocían (y que ahora se confirman) que le importan más los beneficios que la salud (mental, sobre todo) de sus usuarios.

En los últimos años Facebook se ha convertido en nuestro calendario digital, nuestra agenda “para todo” y la red de amigos con las que hemos mirado más allá de nuestro patio de vecinos. También el álbum de fotos que no hace falta revelar porque siempre lo “tenemos a mano”.

Y todo esto, como un castillo de naipes con un soplido (el de la denunciante) se ha venido abajo. Los Papeles de Facebook dejaron a la vista de todo el mundo que la red social es una compañía como otra cualquiera, que busca la máxima rentabilidad de sus operaciones.

Y a partir de aquí, Zuckerberg ha tenido que responder ante las autoridades, luego también ha tenido que lanzar varios comunicados desmintiendo todas las informaciones que se publicaban (como podían).

Hoy, el mayor desafío, no es legal ni de imagen (aunque sobre esto es lo que se va a actuar, parece, en el corto plazo) sino de relevancia y supervivencia. Porque lo que sí está claro es que Facebook está en el letargo, agonizando, como la “red social de los viejos”.

Facebook no es tan fuerte como decíamos, pero tampoco está mal. Aun así, Zuckerberg se revuelve.

Una empresa que hoy celebra su tradicional conferencia “Connect” en la que, según el medio digital especializado, The Verge, esperan anunciar un lavado de cara, un cambio de imagen. Hacer que Facebook se deje de llamar Facebook, ¿servirá?.

¿Qué ha pasado con otras empresas que, a lo largo de la historia, han hecho lo mismo?

Todo fue por Google y Apple

Vamos a repasar… la primera que nos viene a la cabeza… Google, el buscador más utilizado del mundo que ahora dormita bajo la firma de Alphabet. En 2015 se creo esta matriz con la que Google quería diversificar el negocio, quería dejar claro que no es solo un buscador, que es mucho más.

Al tiempo, querían que los reguladores (por aquellos años estaban ojo avizor) vieran que habían cambiado.

Y a pesar de los esfuerzos y millones invertidos, nada ha servido para nada. Hoy todos hablamos de buscar en Google y Alphabet sigue en el punto de mira por posibles casos de monopolio a lo largo y ancho del planeta.

Eso sí, en los mercados, consecuencia o no, hemos visto que la capitalización de Alphabet, desde el nuevo bautizo, se ha quintuplicado hasta rozar los 2 trillones de dólares.

Curiosidad para el interesado… Google tampoco el primer nombre de la marca. Este nació hace 23 años, en 1998, pero sus fundadores, Larry Page y Sergey Brin, en un primer momento, llamaron a su “vástago” BackRub, aquí sí que surtió efecto la operación, ni los más mayores se acuerdan de esto.

Luego está Apple… los de Cupertino también han cambiado de nombre. En 2007 se quitó el apellido de computer. Aquel año… nacía el iPhone.

¿Casualidad? Poco probable. Había que dar entrada a nuevos dispositivos al catálogo y qué mejor que hacerlo con lo que todo el mundo ve.

Esta operación sido más lucrativa para los de la manzana mordida. El precio de la acción se ha incrementado un 1.200% en la última década y la capitalización supera los 2,4 trillones. Un gran salto y apuesta a futuro a la que aspira ahora Facebook.

Los DVD's de Netflix

Y no nos podemos olvidar de la plataforma del streaming por excelencia: Netflix. Esta empresa que empezó repartido DVD en las casas pensó en 2011 en hacer un split-up, una división del negocio de trasmisión del de servicio de correo, renombrando a este último Qwinkster. Un mes después la idea se tiró a la papelera y quedó confinada entre montones de chatarra.

Y aquí fijándome en un asunto… todas las FAANG, las megafirmas tecnológicas del mercado americano parecen haber cambiado de nombre a lo largo de su historia. Amazon no lo ha hecho, le va bien como le va. Sí que ha modificado algo su logo, pero la sonrisa de la A a la Z todavía le da alegrías.

¿Y más allá de las tecnológicas?

¿Existe vida? Si, hay vida y con múltiples derivadas. En 2018 la firma de bollería Dunkin Donuts anunció que se simplificaba y pasaría a llamarse solo “Donuts” para ejemplificar mejor su modelo de negocio. Meses después, se echaron para atrás.

KFC, la cadena de restaurantes de comida rápida, en medio de un clima de constante culto al cuerpo y cambios del modelo de vida desde el Kentucky Fried Chicken pasaron al acrónimo, KFC en 1991 para acabar con esto de “frito” que, dijeron en su momentos los directivos, no daba una “imagen contemporánea”.

Apostó y le salió bien. En el último año, el crecimiento anual de KFC se cuantifica en 26.100 millones de euros, desde los apenas 6.000 millones de principios de la década de los 90.

A todo esto, también la tabaquera, Philip Morris, en 2001 llamó a su matriz Altria. ¿Por qué? Porque buscaban desvincularse del tabaco (muy malo para el consumidor) y querían introducir en la marca más negocios como el del cannabis. Aquí resultado mixto: Philip Morris abandonó, por no cumplir los requisitos, en 2008 el Dow Jones y Altria está en una tendencia alcista.

Y como Philip Morris puede acabar Facebook que, desde que nació en 2003, ha cambiado su nombre una sola vez y más que nada fue un pulido de imagen. Nació como Thefacebook.com y a los dos años prescindió del artículo 'the' y del, obvio, apellido puntocom, dejando Facebook al desnudo.

Se apuesta por el cambio, pero al estilo Google, dejar por encima una matriz que el gran público no conocerá y tampoco le importará. Zuckerberg dice: "estamos cambiando". Estos podrían ser sus primeros pasos. ¿Funcionará? La pregunta del millón.