La empresa automovilística Ford dejará de fabricar coches en la India. No ha conseguido ser rentable en el país y asume una pérdida de 2.000 millones de dólares. Se convierte en el último fabricante de coches que abandona este mercado que está dominado por los asiáticos.

Llegó a la India hace 25 años pero contaba con menos del 2% del mercado después de haber luchado durante años para ganarse a los consumidores indios.

La decisión de Ford afecta a más de 4.000 empleados que serán despedidos y la producción terminará de forma inmediata.

El consejero delegado, Jim Farley ha asegurado que la medida era “difícil pero necesaria”, y que todo se vio reforzado por el “persistente exceso de capacidad de la industria y la falta de crecimiento previsto en el mercado”.

Sin embargo, el fabricante seguirá vendiendo algunos de sus coches a través de importaciones, y proporcionará ayudas a los concesionarios para ofrecer su servicio a los clientes existentes.

La medida para detener la producción se produjo después de que Ford y la empresa india Mahindra & Mahindra no lograran cerrar una asociación que permitía a la empresa estadounidense seguir fabricando a un coste inferior al actual.

Además, este movimiento supone un revés para la campaña “Make in India” del primer ministro indio Narenda Modi.

La Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automóviles de la India mostró estar sorprendida ante la medida de Ford, y afirma que las ayudas a los concesionarios son "insuficientes".

Ford no es la primera empresa automovilística en dejar el mercado del país y sigue a General Motors y Harley Davidson.

Se esperaba que la India fuera el tercer mercado automovilístico del mundo en 2020, con 5 millones de vehículos vendidos, después de China y Estados Unidos. En cambio, las ventas se encuentran aún en torno a los 3 millones, por detrás de Europa y Japón.

Vehículos eléctricos

Ford va a incrementar su inversión en coches eléctricos y aumentará su gasto en un tercio hasta los 30.000 millones de dólares para 2030.

Esta inversión estaría directamente relacionada con la salida de la empresa del mercado de India, en parte por la gran presión que sufren los fabricantes automovilísticos a nivel mundial para invertir en vehículos automatizados y eléctricos.