La CEOE continúa con su cumbre empresarial para buscar soluciones a la crisis del Covid y este viernes ha sido el turno de la RSC (responsabilidad social corporativa), un factor clave de competitividad empresarial.

Han intervenido en esta mesa Fátima Bañez, exministra de empleo y actual coordinadora del proyecto 'Empresas que ayudan' de la Fundación CEOE, Miguel Carballeda, presidente de la Fundación ONCE e Isidro Fainé, Presidente de la Fundación La Caixa

Bañez ha explicado que si queremos avanzar como país, tiene que implicarse en la RSC no solo el sector privado, sino también las administraciones públicas.

CUMBRE CEOE FATIMA BAÑEZ

"La crisis covid ha puesto en jaque pero también se ha desvelado el rostro más solidario y comprometido de las empresas". Bañez pone como ejemplo aquellas empresas que han traído material sanitario o las que han cambiado su cadena de producción para producir EPI's o las que han ayudado a los más desfavorecidos.

Para Fátima Báñez, la RSC tiene como objetivo principal el bienestar de las personas, por lo que una de las prioridades debe ser crear empleo. Y debe hacerse desde la igualdad de oportunidades y la inclusión social para que nadie se quede atrás.

"La RSC es un elemento de competitividad, sostenibilidad y cohesión social", apunta.

Por su parte Miguel Carballeda, desde la Fundación ONCE, ha puesto el acento en la necesidad respetar y poner en valor a quienes generan empleo, "los empresarios".

Según señala, el CIS demuestra que siempre, desde hace años, en España nos preocupa el paro. Pero más todavía en situaciones de crisis, como la que atravesamos ahora. La ONCE es el grupo que crea más empleo para personas con discapacidad.

Fainé, en contra de suprimir el dividendo

Y ha cerrado esta mesa Isidro Fainé, presidente de Criteria Caixa y de la Fundación Bancaria La Caixa. Según ha explicado, en las empresas (y en especial en las cajas de ahorro) hay cuatro grupos de interés: empleados, clientes, accionistas y sociedad.

Y dice que las cajas tienen la atención a este último grupo en su ADN. A pesar de la crisis financiera de 2008, señala que las cajas han mantenido las cuotas de mercado de clientes y de negocio.

Las fundaciones de las cajas de ahorro han invertido 845 millones de euros en proyectos sociales, según ha destacado el propio Fainé, con lo que se ha ayudado a 35 millones de personas.

"La obra social empieza cuando uno atiende a un cliente bien. Es algo que hemos mantenido y esa es la fuerza de esta institución", explica.

Pero además Fainé se ha mostrado en contra de la restricción de dividendos, recomendado por el BCE. "No estoy de acuerdo con esta política que ahora está de moda de no pagar dividendos".

Para el directivo, el dividendo es un gasto social, "para poder hacer obra social, hay que ganar ese dinero". Señala que para algunos accionistas, el dividendo es un complemento a su pensión, para las personas jubiladas.