El presidente ejecutivo de Tesla, Elon Musk, sugiere que podría ser inminente una ampliación de capital. Lo asegura después de reconocer que el fabricante de vehículos eléctricos perdió más de 700 millones de dólares en el primer trimestre, aunque prevé volver a tener beneficios ya en el tercero.

Tesla planea resolver sus problemas de logística de las entregas de vehículos a nivel mundial tras superar algunos meses difíciles, también marcados por despidos de personal y una disputa pública entre el propio Musk y los reguladores financieros de Estados Unidos.

Las acciones de Tesla, que han bajado un 22 por ciento este año, se mantuvieron prácticamente sin cambios después de los resultados, que se conocieron más de una hora después de lo esperado.

Musk todavía lucha por convencer a los inversores de que la demanda del Modelo 3, es “increíblemente” alta y que puede ser entragado de manera eficiente y rápida a clientes de todo el mundo.

Estas menores entregas se suman a las preocupaciones sobre la situación de efectivo de Tesla y eso también ha aumentado las especulaciones de que pronto se produciría un aumento de capital.

En una conferencia telefónica con analistas después de los resultados, Musk también ha explicado que la fábrica de la compañía en Shanghái, que actualmente está en construcción, probablemente produzca 3.000 vehículos Modelo 3 por semana antes de fin de año. La llamada “gigafábrica” construiría 1.000 o quizás 2.000 unidades por semana para fin de año.

La compañía mantiene su pronóstico de entregar en 2019 entre 360.000 a 400.000 vehículos e incluso que podría producir hasta 500.000 vehículos si su fábrica en China alcanza un volumen adecuado en el cuarto trimestre.

Con datos de Reuters