El fútbol español está en racha de inversiones. Después de que el Atlético de Madrid se mudase al Wanda Metropolitano por 320 millones de euros y que el proyecto del nuevo Santiago Bernabeu tenga un presupuesto de 575 millones, ahora le toca al fútbol club Barcelona remodelar el Camp Nou hacia lo que será el Espai Barça.

Para ello, el Club ha contratado los servicios de JB Capital Markets para asesorarles y conseguir el dinero con el que financiar el nuevo estadio, cuyo presupuesto es de 600 millones de euros.

Esta empresa, JB Capital Markets, es una sociedad de inversión propiedad de Javier Botín, hermano de la actual presidenta del Banco Santander, Ana Botín, y presidente de la Fundación Botín, el mayor inversor histórico de la primera entidad financiera de España.

Desde su fundación en 2008, JB Capital Markets han participado en numerosas transacciones y operaciones de mercado de capitales con un valor combinado superior a los 10.000 millones de euros. La firma cuenta con una base de clientes de más de 400 inversores institucionales nacionales e internacionales, gestiona carteras de deuda superiores a 4.900 millones de euros y proporciona cobertura de análisis para más de 60 compañías del mercado español.

Los hijos de Emilio Botín suman 101,5 millones de títulos (Ana 21,3 millones y Javier 80,1 millones) que suponen el 0,62% de Santander, según los datos que proporciona Bloomberg.

Hacienda investigó el año pasado a Javier por gestionar su fortuna suiza con una Offshore (paraíso fiscal) después de que La Sexta y el Confidencial lo señalaran en la segunda filtración de los papeles de Panamá. En estos papeles se mostraba que la Oficina Nacional de Investigación del Fraude pedía información sobre Botín de la época en la que fue beneficiario de una sociedad en las Islas Vírgenes Británicas, Galban Financial Investments.

Pero esto viene de familia. Ya por el 2011, la Audiencia Nacional investigaba al por entonces presidente del Banco Santander y padre de Ana y Javier, Emilio Botín, por un presunto delito contra la hacienda pública y falsedad documental. Emilio Botín y cinco de sus hijos, entre ellos Ana Botín, y su hermano, Jaime Botín, junto a sus cinco hijos, aparecían entre los 659 contribuyentes españoles que ocultaron más de 6mil millones en la filial suiza del banco HSBC.

La familia Botín, entonces, aseguró que esos millones depositados en cuentas de Suiza eran el patrimonio que Emilio Botín Sanz, padre de Emilio y Jaime, sacó de España en 1936 tras el estallido de la Guerra Civil.

Sin embargo, la fama no acaba ahí.

El Tribunal Supremo multó a Jaime Botín por ocultar en Suiza acciones de Bankinter. El importe que ha tenido que pagar este miembro de la familia Botín es de 300.000€ por infracción muy grave al no comunicar ni difundir las participaciones significativas que tenía en Bankinter, lo cual está recogido en la ley del Mercado de Valores.

Jaime también ha sido acusado de intentar sacar de España un Picasso declarado inexportable y valorado en 26,2 millones de euros, Cabeza de una mujer joven (1906). La obra fue incautada en su yate en Córcega, y fue acusado de contrabando. La fiscalía, que consideró que Botín quería vender el cuadro, pidió cuatro años de prisión. El juez impuso una fianza de 133 millones de euros y fue a juicio tras no conseguir llegar a un acuerdo.

Además de Jaime Botín, en la lista Falciani figuraban varias cuentas suizas secretas ligadas a la familia Botín en conjunto. Todos ellos sumaban un patrimonio de unos 2.000 millones de euros, y pagaron en torno a 200 millones para regularizar su situación fiscal.