Posible condena a muerte para Berkeley tras el "no" del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) al proyecto de la mina de uranio de la minera que lleva más de una década intentando abrir en el municipio salmantino de Retortillo.

Con este pronunciamiento es imposible que el Ministerio para la Transición Ecológica de luz verde a la autorización para que se ponga en marcha este proyecto, ya que la opinión del CSN es vinculante.

El pleno del CSN, cuyos cinco miembros son nombrados por el Congreso de los Diputados, ha vetado la construcción de una planta al entender que existen riesgos con el tratamiento y almacenamiento de los residuos radiactivos que se generarían durante el procesado del uranio que, recordemos, tarda décadas en dehacerse.

Cuatro de los cinco consejeros del CSN han votado en contra del proyecto; el presidente del organismo, Josep Maria Serena i Sender, y de los consejeros Elvira Romera, Pilar Lucio y Francisco Castejón. Unicamente, Javier Dies, propuesto por el Partido Popular (PP) ha abogado por apoyar la concesión de la autorización

La intención de la empresa era enterrar esos desechos en dos de agujeros de tierra a cielo abierto, lo que supondría la creación de un almacén de residuos radiactivos en el municipio salmantino de alrededor de 200 habitantes.

Desde la empresa, a través de un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aseguran que no tienen constancia de esta noticia.

Caídas de dos dígitos

Y tras una apertura del mercado con ganancias superiores al 4%, nada más conocer la noticia, la minera (cotizada en Sidney, Londres y Madrid) ha comenzado a caer en el Mercado Continuo.

Al cierre del mercado, los ceses han sido superiores a las dos cífras, de casi el 57% en el parqué madrileño de hecho, la alta volatilidad de los títulos ha provocado un "parón" en la negociación de los títulos sobre las dos de la tarde.