La compañía alemana E.ON venderá activos y recortará puestos de trabajo con el objetivo de reducir su elevado endeudamiento, después de registrar una pérdida neta de 16.000 millones de euros en 2016, cifra superior a su valor actual de mercado, después del deterioro de unidad de generación Uniper. Las ventas del grupo energético bajan un 11%, hasta los 38.173 millones de euros, mientras que el Ebitda se reduce un 15%, hasta los 4.939 millones.

El grupo planea reducir la deuda a unos 20.000 millones de euros a medio plazo, comparados con los 26.300 millones de deuda registrados al cierre del ejercicio 2016, vendiendo más participaciones en Uniper, de la que E.ON se separó el año pasado y en la que todavía mantiene una participación del 46,65%. Otras medidas para reducir su endeudamiento podrían incluir trasladar su participación en el gasoducto Nord Stream a un fondo de pensiones y la venta de otros negocios no estratégicos.

En un comunicado, el presidente ejecutivo de la alemana, Johannes Teyssen, argumenta que “2016 fue un año de transición, el impacto en nuestro balance marca un punto de inflexión y despeja el camino de E.ON en el nuevo mundo de la energía”. Dentro de esta nueva hoja de ruta, el grupo explica que bajará los costes anuales en 400 millones de euros para 2018, con el recorte de 1.300 empleos, que representan un 3% de su plantilla.

Además, E.ON reducirá su presupuesto de inversión en un quinto, mientras propone un dividendo por acción con cargo a los resultados de 2016 de 0,21 euros y anuncia un pago fijo de 0,30 euros por título para 2017.

eon dividendo

Para el conjunto de 2017, E.ON prevé que sus ganancias continúen “significativamente influenciadas por la dificultad del negocio energético”, la debilidad de algunas divisas como la libra, y la previsible reducción de los retornos de red en Alemania. Además, el actual entorno de bajos tipos de interés y una competencia cada vez más intensa “están añadiendo más presión a los rendimientos alcanzables”. En este contexto, la compañía alemana espera un beneficio neto ajustado que oscilará entre 1.200 y 1.450 millones de euros.

 

Gráfico: E.ON