De acuerdo con el seguimiento que realiza Iberinform, Crédito y Caución, en 2021 hasta julio la economía española registra un incremento del 69% de las insolvencias empresariales. En concreto, en el mes de julio crece esa concursalidad un 30% comparado con el mismo mes de 2020.

Tanto los confinamientos como las moratorias decretadas durante la primera ola de la pandemia acabaron ampliamente con la presentación de procesos concursales. Para evitar estas declaraciones de quiebra, España y los mercados de alrededor han adoptado medidas excepcionales como la modificación de los umbrales de presentación, la reducción de la capacidad del acreedor para forzar su admisión o el suficiente apoyo financiero al deudor para retrasar la presentación. En el caso de España, aunque la actual moratoria finalizará el 31 de diciembre de 2021, los datos reflejan que crecen los niveles de concursalidad.

Cataluña y Madrid son las Comunidades Autónomas donde más concursos se declaran, con un 25% y un 22% del total de los casos, respectivamente.

Constitución y disolución empresariales

Sin embargo, como consecuencia de la pandemia, también se congelaron los procesos de creación y destrucción de empresas. Por ello, desde enero, la disolución y constitución de empresas registran un crecimiento interanual del 26% y el 45%, respectivamente. Aun así, las cifras de julio muestran unos valores muy similares a 2020, por lo que se espera que esos porcentajes acumulados se vayan suavizando hacia finales de año.

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Cifras hasta junio

De acuerdo con el seguimiento de los procesos concursales publicados en el BOE que realiza Iberinform, en los primeros cinco meses de 2021 la economía española registró un incremento del 94% de las insolvencias empresariales.

Los datos aislados del mes de mayo muestran un crecimiento del 290% frente a los registrados hace un año, cuando los confinamientos y las moratorias decretadas durante la primera ola de la pandemia redujeron drásticamente la presentación de procesos concursales.

Tanto España como los mercados de nuestro entorno han adoptado medidas para frenar las declaraciones de quiebra, modificando los umbrales de presentación, reduciendo la capacidad del acreedor para forzar su admisión o proporcionando suficiente apoyo financiero al deudor para retrasar su presentación.