“No me era difícil llegar a una conclusión, o moría en Japón o tenía que escapar”. Así se ha defendido el expresidente de Nissan, Carlos Ghosn, en la primera comparecencia tras su fuga de Japón a Líbano, a donde llegó a finales de diciembre en un avión privado procedente de Turquía.

Desde Beirut, el exdirectivo de 65 años ha defendido su inocencia a la vez que ha acusado a la Justicia japonesa y a la compañía de Nissan de conspirar contra su persona. “No he huido de la justicia sino de la injusticia y de la persecución política”, expresó Ghosn.

Durante la rueda de prensa el empresario ha contado su experiencia en prisión en confinamiento solitario. “He sido brutalmente apartado del mundo, de mi familia, de mis amigos, de Renault y de Nissan”, expresó.

Desde su punto de vista, los meses que ha tenido que pasar en prisión no han sido más que el “resultado de un puñado de personas sin escrúpulos que forman parte de Nissan”. Por eso, ha decidido contar las razones por las que considera que fue “perseguido” durante estos meses. Considera, por un lado, que los malos resultados de la compañía a principios de 2017 llevaron a los directivos a tomar esta decisión.

Además, asegura que en Nissan buscaban liberarse de la influencia de Renault, mientras que Ghosn intentaba unir ambas compañías a través de un mismo consejo de ministros. “Algunos de nuestros amigos japoneses pensaban que la única forma de deshacerse de la influencia de Renault sobre Nissan era deshacerse de mí”, expresó.

Según Ghosn, existía una conspiración entre los fiscales que llevaron adelante su causa y los directivos de Nissan. “Había un interés en crear una gran causa judicial contra mí, y además se me prohibía hablar con la prensa”, explicó. El empresario entendía que nunca iba a lograr un "juicio justo" en Japón y por eso decidió escapar. "Esta ha sido la decisión más difícil que he tomado en mi vida", comentó durante la conferencia de prensa.

2020 01 06T000000Z_1073043979_MT1YOMIUR000RY8H09_RTRMADP_3_FILE CARLOS GHOSN FLEES TO LEBANON FROM JAPAN

¿Cómo escapó?

Un fallo en la seguridad del aeropuerto de Osaka que impide que los bultos de grandes dimensiones puedan ser revisados y escaneados en la terminal de aviones privados fue una de toda la sucesión de "casualidades" o "suertes" que permitió a Ghosn escapar del país asiático mientras estaba en vigilancia.

Según el Wall Street Journal, el ejecutivo se habría escondido en una caja negra de grandes dimensiones, que contaba con agujeros para que el hombre pudiese respirar.

¿De qué se lo acusaba?

Ghosn, de 65 años, debía presentarse en los próximos meses ante los tribunales de Tokio para responder a las irregularidades financieras de las que se le acusa durante su gestión al frente de Nissan Motor.

Este fallo en la seguridad ha manchado la imagen de Japón, que ahora intenta reforzar las medidas migratorias después de la huida. Además, la compañía ha calificado como “extremadamente lamentable” la fuga de su expresidente y aseguran que es un acto “que desafía el sistema judicial de Japón”.