CaixaBank obtiene en el primer trimestre del ejercicio un beneficio atribuido de 707 millones de euros, lo que se traduce en un incremento del 21,9%, respecto al mismo periodo del ejercicio anterior en un resultado contable que rebota en un 37,6% sin incluir los efectos extraordinarios derivados de la fusión con Bankia.

Así las cosas, teniendo en cuenta los impactos generados por la integración de la extinta Caja Madrid, el resultado cae un 85,2% en tasa interanual, ya que en el primer trimestre de 2021 el resultado fue de 4.786 millones de euros, que incluía una aportación positiva neta a efectos contables de 4.300 millones por el fondo negativo de comercio o badwill y el registro de 28 millones de gastos extraordinarios netos de impuestos.

La morosidad desciende al 3,5% en el último trimestre y la tasa de cobertura sube al 65%, tras la caída de 272 millones de euros de dudosos.

En este contexto, la solvencia y liquidez de la entidad se refuerzan en 2022. La ratio de capital CET1 se sitúa en el 13,4% y los activos líquidos totales alcanzan los 171.202 millones de euros a 31 de marzo.

Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad, asegura que tras estos números y “después de haber completado prácticamente el 90% de las integraciones de oficinas y de las salidas de empleados previstas, podemos focalizarnos cada vez más en el crecimiento del negocio”.

Las cuentas para la primera entidad por gestión de activos en España llegan para una firma que se configura como el segundo mejor valor por respuesta de mercado en el IBEX 35 tras Repsol.

Contexto económico

A la espera de conocer el nuevo cuadro macroeconómico del Gobierno de coalición, CaixaBank habla de un momento de recuperación, pero dependiente del devenir de la guerra en Ucrania. Una realidad que califican como "potencialmente disruptiva" que ha llevado a la firma a revisar a la baja el crecimiento del PIB mundial en algo más de medio punto respecto a lo estimado antes de la guerra aunque la incertidumbre en torno a esta previsión es considerable.

En este contexto, el avance de la economía que estudian desde CaixaBank está sobre el 3,5% para 2022 con un impacto "asimétrico", según las regiones y negativamente para las economías europeas.

Para España y como consecuencia del conflicto bélico, la firma revisa también a la baja el crecimiento del PIB nacional para 2022 hasta el 4,2 % desde el 5,5 % (bajo el supuesto de un precio medio del petróleo de 105$/barril).

Por la inflación y a raíz de las tensiones en los mercados energéticos y de los alimentos, se estima que la subida de los precios se quedará sobre el 6,8 %, frente al 4,5 % anterior. La lectura adelantada por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al mes de abril modera el indicador del 9,8% que registró en marzo al 8,4%.

A raíz de esta situación, en el primer trimestre CaixaBank ha constituido un fondo colectivo por importe de 214 millones para reflejar el impacto estimado derivado del cambio de escenario macroeconómico ante el conflicto en Ucrania.