Burberry tendrá que hilar muy fino para que sus icónicos cuadros sigan siendo una fórmula de éxito a pesar del Brexit.

Tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea, la famosa marca de lujo británica tiene dos frentes abiertos. Por un lado, una libra débil que le otorga mayor competitividad en sus exportaciones, fundamentales en su negocio, puesto que el 90% de sus ventas totales proceden de fuera del Reino Unido. Aunque a primera vista esto puede parecer un punto a favor, Burberry no está aquí exenta de riesgo: habrá que ver también si la libra se estabiliza o si vuelve a recuperar el terreno perdido.

El otro frente atañe a los aranceles, una incertidumbre que se prolongará hasta que Reino Unido y la Unión Europea firmen un nuevo pacto comercial. El buen hacer de Burberry dependerá en gran medida de esa nueva relación, puesto que más de un 20% de sus ventas las realiza en el territorio de la UE. Hasta ahora, Reino Unido se beneficiaba del acuerdo de libre comercio dentro de la Unión. Pero una vez fuera, la posible imposición de aranceles juega un papel crucial para la compañía y ese 20% de sus ventas.

Con sus ya clásicos cuadros, sus gabardinas y su caballero inglés montado en un corcel, Burberry es una marca que ha sabido mantener la esencia británica a lo largo de sus 160 años de antigüedad.

Burberry fue fundada en 1856 por un joven Thomas Burberry de tan sólo 21 años. A él se le atribuye la invención de la gabardina tal y como la conocemos. Un invento que supuso toda una revolución para la época: con una tela transpirable que repelía el agua, era idónea para el lluvioso clima británico. Este invento consiguió impulsar su negocio a lo más alto.

Tras la gabardina surgieron nuevos productos, hasta llegar a lo que es hoy en día: una marca que fabrica no sólo ropa o abrigos, sino también perfumes, complementos, cosméticos y gafas. Pero a pesar de su evolución, Burberry no ha perdido su esencia. Todavía representa la elegancia y el saber estar inglés. Un saber estar que ahora los británicos deberán abanderar por su propia cuenta, fuera de la Unión Europea.