CaixaBank, el mayor banco español por activos bajo gestión, sigue la estela de los gigantes del mercado con cuentas positivas, pero afectadas todavía por los efectos contables de la fusión de Bankia a cierre de un año en el que las subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (FED) han sido una realidad.

La entidad gana 3.145 millones de euros en 2022, un 29,7% más en base comparable, aunque el beneficio atribuido desciende un 39,8%. No obstante, sin tener en cuenta impactos extraordinarios asociados a la fusión y agregando el resultado generado por Bankia, el resultado de 2022 crece un 29,7 % en el año hasta los 2.424 millones de euros.

El margen de explotación crece un 19,8%, en perímetros homogéneos, en un ejercicio en el que el margen bruto se incrementa un 5,5% y los gastos recurrentes se reducen un 5,6% apoyados en la consecución de sinergias asociadas a la integración.

La cartera de crédito sano crece un 3,3% hasta los 351.225 millones, con una favorable evolución de la nueva producción. La cartera sana de empresas crece un 7,6%, la de consumo lo hace un 4,1% y la de adquisición de vivienda repunta un 0,7%.

La ratio de morosidad se sitúa en mínimos históricos y baja hasta el 2,7%. Además, la ratio de cobertura alcanza el 74%, tras subir 11 puntos en el ejercicio.

Solo en el cuarto trimestre, el resultado atribuido asciende a 610 millones de euros, casi tres veces más que los 221 de igual periodo del año pasado.

Atención al dividendo

La dirección de la catalana ha comunicado este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha acordado proponer a la Junta General Ordinaria de Accionistas que se convocará durante el mes de febrero, la distribución de un dividendo en efectivo de 0,2306 euros brutos por acción, con cargo a los beneficios del ejercicio 2022, a abonar durante el próximo mes de abril.

Con el abono de este dividendo, el importe de la remuneración al accionista correspondiente al ejercicio 2022 será equivalente al 55% del beneficio neto consolidado, en línea con la política actual de dividendos de la firma.

Además, de cara al ejercicio que empieza para la entidad bajo el paraguas de 2023, el Consejo de Administración aprueba mantener la política de dividendos del año pasado también para el año fiscal 2023, que consiste en una distribución en efectivo de entre el 50% y el 60% del beneficio neto consolidado, pagadero mediante un solo pago en abril del 2024.

El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, destaca que la entidad cierra el año con una mayor fortaleza financiera y una sólida posición de capital, lo que permite abonar a los accionistas una retribución de 1.700 millones de euros, un importe que se eleva a 3.500 millones si se suman los 1.800 millones del programa de recompra de acciones.

“Esto nos sitúa en el camino para conseguir nuestro objetivo de distribuir hasta 9.000 millones en el periodo 2022-2024”, afirma.

Programa recompra

Tras recibir la autorización regulatoria, el Consejo de Administración, al amparo de los acuerdos adoptados por la Junta General Ordinaria de Accionistas, aprobó, el 17 de mayo de 2022, iniciar un programa de recompra de acciones propias por un importe monetario máximo de 1.800 millones de euros con el propósito de reducir el capital social mediante la amortización de las mismas.

El pasado 14 de diciembre la compañía alcanzó la inversión máxima prevista tras la adquisición de un total de 558.515.414 acciones propias, representativas del 6,93 % del capital social.

De esta manera, el capital social se reduce en la cuantía de 558.515.414 euros, mediante la amortización de 558.515.414 acciones de 1 euro de valor nominal, quedando fijado el capital social resultante de la reducción de capital en 7.502.131.619 euros.