Un jurado de California ha ordenado el pago de 289 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios a un hombre enfermo de cáncer terminal que demandó a Monsanto, propiedad de Bayer. Dewayne Johnson demandó a la compañía alegando que los herbicidas de la marca, a base de glifosato, eran los causantes de su enfermedad. Ahora un jurado del Tribunal Superior de California de San Francisco condena a Monsanto al pago de una indemnización millonaria por no advertir a sus a sus consumidores de los riesgos sus herbicidas.

El caso de Johnson, presentado en 2016, fue llevado a juicio por la vía rápida debido a la gravedad de su linfoma no hodgkiniano, un cáncer del sistema linfático que él alega que fue causado por Roundup y Ranger Pro, los herbicidas con glifosato de Monsanto. Johnson, de 46 años, ex gerente de control de plagas de una escuela del condado de California, aplicó el herbicida hasta 30 veces por año.

Durante el transcurso del juicio de cuatro semanas, el jurado escuchó el testimonio de estadísticos, médicos, investigadores de salud pública y epidemiólogos que no estuvieron de acuerdo en si el glifosato puede o no causar cáncer. Brent Wisner, abogado de Johnson, ha declarado que el jurado por primera vez ha visto documentos internos de la compañía "probando que Monsanto ha sabido por décadas que el glifosato y específicamente el Roundup podría causar cáncer".

Esta es la primera de las más de 5.000 demandas similares a las que Monsanto se enfrenta en todo EEUU. La productora de agroquímicos y biotecnología, por su parte, niega que el glifosato, el herbicida más utilizado en el mundo, cause cáncer porque así lo respaldan décadas de estudios científicos que han demostrado que el producto químico es seguro para el uso humano.

La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos concluyó en septiembre de 2017 tras una evaluación de los riesgos del glifosato de varias décadas que el producto químico "probablemente" no es cancerígeno para los seres humanos. Sin embargo, el brazo contra el cáncer de la Organización Mundial de la Salud clasificó el glifosato en 2015 como "probable cancerígeno para los humanos".