El coche más espía se prepara para saltar al parqué. ¿De quién hablamos? Del compañero fiel de James Bond: Aston Martin.

El fabricante de coches británico busca licencia para matar y para estrenarse en la Bolsa de Londres a finales de este año. Su objetivo: conseguir una valoración de 5.000 millones de libras, según la agencia Bloomberg. Una valoración que pondría a Aston Martin a un nivel similar al de su rival Ferrari y que pondría a prueba el apetito de los inversores por las compañías británicas antes de que se materialice el Brexit, previsto para marzo de 2019.



Para Aston Martin, la venta de sus acciones representa el regreso de su marca emblemática. Y es que tras 10 años de pérdidas, la compañía vive ahora uno de sus momentos más dulces: sus beneficios se han incrementado un 84% en los últimos meses de 2017, un año en el que ha superado las 5.000 entregas por primera vez desde 2008. Y en este nuevo rumbo cargado de optimismo incluye una gran parada: su salida a Bolsa.

Por eso, el fabricante ya ha mantenido conversaciones preliminares con asesores para establecer una valoración de cara a su debut. La valoración es sólo una estimación y todavía no se ha tomado ninguna decisión sobre la posible cotización de la compañía, ya que los asesores también consideran otras opciones.

Pero más allá de su salto al parqué, Aston Martin mira a otros frentes. Uno de ellos es el lanzamiento de modelos que pisen con fuerza el mercado para seguir reportando beneficios. Por eso ahora la compañía se centra en la fabricación de su modelo DBX SUV, que comenzará en 2019 en su nueva fábrica en Gales.

A pesar de su buena racha, Aston Martin debe ponerse las pilas porque su rival Ferrari está en la liga de grandes como Apple, LVMH y Gucci en cuanto a margen de Ebitda se refiere, un margen que fue superior al 30% en sus últimos resultados trimestrales.

¿Será la salida a bolsa de Aston Martin un nuevo episodio de ‘Vive y deja morir’ frente a Ferrari?