El chantaje de Donald Trump de priorizar la producción nacional podría estar dando sus frutos. Parece que el tejido empresarial automovilístico de Estados Unidos ya está cediendo a las amenazas del presidente americano, que lleva desde la campaña de 2016 exigiéndoles a los fabricantes de coches que produzcan más en Estados Unidos y creen más empleos.

Para averiguar si efectivamente han estado haciendo caso a Donald Trump y han aumentado su inversión en Estados Unidos, la agencia Reuters ha ido preguntando uno a uno a los mayores fabricantes de automóviles por sus inversiones aquí durante el mandato del actual presidente. Y lo que parece desprenderse de estos datos es que efectivamente, Trump está sembrando el miedo.

Empezamos por Fiat Chrysler: en enero de 2017 prometió que invertiría más de 1.000 millones de dólares en sus plantas de Ohio y Michigan y que con ello crearía más de 2.000 empleos, pero hace 3 meses, en febrero, anunció que iba a invertir otros 4.500 millones de dólares en Michigan para producir más todoterrenos y generar casi 6.500 nuevos puestos de trabajo.

Otra empresa, General Motors, dijo en abril que había invertido más de 4.000 millones de dólares en operaciones de producción en Estados Unidos desde 2017. Ford también había prometido invertir más de 2.000 millones de dólares en 2017 en sus plantas de Kentucky y Michigan después de que en noviembre de 2016 anunciara que “había cambiado de idea” y que ya no iba a trasladar la producción del Lincoln MKC de Kentucky.

Otras empresas extranjeras, como Hyundai, por ejemplo, también han aumentado sus inversiones en Estados Unidos. En 2017 la compañía coreana dijo que iba a aumentar en un 50% su inversión en Estados Unidos; la japonesa Toyota también ha asegurado que ya habrá invertido casi 13 millones en Estados Unidos entre 2017 y 2021 y, por ejemplo, en marzo anunció que quería expandir sus operaciones allí para crear cientos de nuevos empleos en Alabama, Tenesse y West Virginia.

Pero no solo eso, es que algunas automovilísticas americanas también han hecho caso a Donald Trump y han huido de China. General Motors ha asegurado que no ha hecho ninguna inversión adicional en el país asiático desde 2017. Aunque otras como Ford parece que están retando al presidente, porque este mismo año el fabricante ha anunciado que quiere producir tres modelos Lincoln en China hasta 2021 en lugar de traerlos desde Estados Unidos. Fiat Chrysler, sin embargo, ha decidido no responder a la petición de Reuters sobre sus inversiones en China, que también podría decir mucho de los efectos que podría tener para las empresas no cumplir con las amenazas del presidente. Porque recordemos que Trump ya ha dicho que está considerando subir los aranceles a los coches y componentes de vehículos importados.