Los presidentes de EEUU y de Corea del Sur firman en Washington la revisión de su tratado comercial. Donald Trump y Moon Jae-in ratifican un acuerdo que estaba en vigor desde 2012 y cuyo nuevo texto estaba acordado desde marzo.

Ahora tiene que ser aprobado por el Parlamento surcoreano, donde algunos legisladores han advertido de que no lo aprobarán si Trump cumple su amenaza de imponer aranceles a los automóviles. Aun así el presidente de EEUU, Donald Trump, asegura que es beneficioso para ambos: "Estoy encantado de estar hoy aquí con el presidente Moon de Corea del Sur para anunciar formalmente la exitosa conclusión del nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos y Corea. Es algo muy importante. Este es un gran día para los Estados Unidos y un gran día para Corea del Sur".

Las modificaciones del pacto son limitadas. La más importante es la ampliación de 25.000 a 50.000 de los vehículos de cada fabricante que EEUU puede exportar cada año a Corea del Sur. Además, se extenderá hasta 2041 el arancel del 25 % que Washington impone a las camionetas surcoreanas, que iba a expirar en 2021 bajo el pacto comercial. Seúl queda exento de los aranceles al acero aunque sí tendrá las tasas al aluminio.

Corea del Sur y Estados Unidos disfrutan de una amistad sin precedentes basada en su fuerte alianza, dijo Moon antes de firmar la declaración conjunta con Trump, añadiendo que este acuerdo significa que "tal amistad se ampliará al campo económico".

Donald Trump también destaca que se están haciendo grandes avances en las conversaciones de su Gobierno con Corea del Norte
Y que pronto se anunciarán los detalles de su segunda cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, que probablemente no será en Singapur aunque si tendrá un formato similar. El presidente surcoreano ha asegurado que se han logrado avances y le ha entregado un mensaje para Trump. El secretario de Estado, Mike Pompeo, planea viajar próximamente a Pyongyang para preparar la cumbre.